lunes, 2 de diciembre de 2013

XV MEDIO MARATON DE JARANDILLA DE LA VERA

Al llegar a Jarandilla, con mis compañeros
Hacía ya tres años que no participaba en la prueba del Medio Maratón de Montaña de Jarandilla de la Vera. Y es que la montaña y yo estamos reñidos. A mi volumen, peso o como se le quiera llamar, se le une lo mal que me manejo yo entre rocas, regueras de agua, y, cómo no, sobre todo, subiendo, porque para mí subir es un suplicio.
Pero este año decidí acudir, había que correrla alguna vez más, pero sin ninguna pretensión en concreto, solo acabarla, solo cruzar la meta, y terminar con sensaciones que me mostraran que mi trabajo de cara a mi gran objetivo, el Maratón, va por buen camino.
Así, en una mañana algo fría, bastante fría, diría yo, porque era de las primeras de este otoño-invierno con las temperaturas bajas, nos encaminamos hasta un total de ocho corredores del Club Deportivo Navalmaraton a disputar esta carrera. Entre ellos, el incombustible Antonio Serradilla, que había corrido, hasta ahora, catorce veces esta carrera, es decir tantas como ediciones tenía la prueba, a la que quería unir su decimoquinta muesca.
Llegamos bien, tranquilos, y tras coger nuestro dorsal, y los saludos de rigor con los conocidos de muchas carreras, los amigos del Lanchacabrera, con los del CD Hispania, con Dionisio, y con tantos y tantos otros, nos fuimos a coger nuestras bolsas para acicalarnos para la carrera. Y allí, el mismo ritual de siempre, poner el dorsal, y aquí surge la primera duda, que hasta ahora, es cierto, no había acaecido, y era qué ponerse debajo de la camiseta de tirantes, camiseta de manga corta o de manga larga. Tras un intenso debate conmigo mismo, decidí ponerme la de manga corta, y acerté, el tiempo me lo dijo. Lo que no me faltaba eran los guantes, y la malla corta, además de calcetines de compresión. Así estaba preparado para la batalla; ¡¡¡Ahhh!!! Y mis inseparables gafas de sol.