Tras correr las pruebas de navidad, con buenas sensaciones, empiezo ya a pensar en hacer los entrenamientos que me tienen que llevar al Maratón Popular de Barcelona, el día 25 de marzo. Pasados los Reyes Magos, el domingo 8, realizo una tirada larga, con casi veintitrés kilómetros, con mi compañero Antonio, y el domingo 15, me hago 21,5 km. La ida la hago en 53 minutos y la vuelta, tirado por mi amigo Juli, los hago en 48 minutos, para acabar en 1:41. Me ha sacado todos los jugos, ha habido kilómetros en 4:07, con tramos en 3:40, una salvajada, que a ver si no me afecta, para la primera prueba de Medio maratón del año, en Getafe.
Pero nada bien. Así se puede resumir mi participación el pasado domingo día 22 de enero en la 13ª Edición del Medio Maratón Ciudad de Getafe. No fue una buena carrera, y la marca, 1:28:22, no es nada buena, para lo que vengo realizando últimamente. Pero en fin, una más al saco, y ya van 47, me quedan solo tres para llegar a las cincuenta, mi objetivo de esta temporada.
Temprano, cuando aún no había salido el sol, nos juntamos en las inmediaciones de la fuente, nuestro lugar de partida, los seis corredores del Club que íbamos a Getafe, que más los dos que allí nos esperaban, íbamos a presentar ocho para esta importante prueba del calendario nacional de medios maratones.
Recorrido homologado, circuito de dos vueltas, cerca de cuatro mil inscritos, y una mañana fresquita, pero soleada. Esos eran los ingredientes para la carrera. Parada en Casarrubios para tomar un café, y allí me metí un zumo y un plátano, eran mis armas para la prueba. Llegada a Getafe, tras dar una vuelta, ya que nos tragamos la primera entrada, porque el GPS Serradilla no funcionó. Y al llegar, la primera aventura, buscar aparcamiento. Tarea muy difícil. Una vuelta, para encontrar sitio, y, al final, encima de una acera, y junto a unos contenedores, ya hemos aparcado, y a por el dorsal y el chip. Allí vemos a Felix Macías. Saludos, y el cuerpo me da un aviso, hay que evacuar. Así que hasta allí me voy, y cuando consigo terminar, apenas quedan diez minutos para empezar la prueba, así que a buscar sitio en la salida, una salida superpoblada; no he podido calentar, hay veintiún kilómetros por delante para calentar. La salida es en la Avda. Juan de la Cierva, que es una calle de cuatro carriles, dos para cada sentido, y en medio un seto de hormigón. Minuto de silencio por un atleta del municipio, y a salir. La salida, complicada, ya que al seto del centro, hay que contar con los pivotes que separan la Avenida del carril bici, todo más difícil, y, además, lo de siempre, corredores que van a tardar más tiempo salen de los primeros, es un riesgo para ellos, para nosotros. Pero, en fin, allí vamos. Empiezo a correr, a adelantar a gente, y, ¡oh!, las piernas no van nada finas, me duelen, no las veo sueltas, y allí estoy.