jueves, 27 de noviembre de 2014

II MEDIO MARATON DE TRUJILLO

Antes de comenzar, con Juan Mateos Broncano
Una carrera que empezó de una forma y terminó de otra. Esa fue para mí la segunda edición del Medio maratón de Trujillo que tuvo lugar el pasado día 16 de noviembre en la monumental localidad cacereña, ya que en su plaza, bajo la estatua ecuestre de Pizarro, ese que algunos personajillos quieren colocar la “nacionalidad” catalana, se ubicaba la línea de salida y meta de esta carrera, así como los distintos servicios que se ofrecen al corredor. 
Esta prueba, que como he dicho antes, celebraba su segunda edición, con nuevo recorrido, más atractivo y es que el del año pasado fue un circuito duro, y, a veces, hasta feo. Recorrido bastante mejor, aún cuando hubo que darle dos vueltas, que a algunos gusta más y a otros menos. Era también un homenaje a JUAN MATEOS BRONCANO, gran corredor popular, veterano donde los haya, que por motivos de salud, en estos momentos no puede llevar a cabo su pasión favorita, aunque no se descarta una pronta vuelta a las carreras, donde siempre era un habitual. Ese es mi deseo, y el de muchos compañeros, ¡¡¡ANIMO, JUAN!!! 
Esta era una prueba que se presentaba ante mí, tras ocho días de entrenamiento, ya que anteriormente tuve que parar mis entrenamientos por un fuerte constipado que cogí, y que mi impidió el poder prepararme de otra forma. Así que con kilómetros acumulados en las piernas me presenté en la línea de salida de esta carrera. Acompañado de varios compañeros, llegamos al lugar donde se iba a iniciar y donde iba a terminar la carrera. Una niebla que daba un efecto espectral a la plaza nos recibió. Era una mañana fresca, algo más fría que todo lo vivido en este inusual otoño que estamos atravesando. 
Tras retirar el dorsal, nos hicimos una fotografía con el homenajeado, con Juan, yendo, después, a tomar el café de rigor, tras lo que nos desplazamos a los vehículos que iban a hacer las veces de improvisados vestuarios, donde prepararnos para la batalla. Con las dudas de si manga larga o manga corta, si tirantes o camiseta debajo, empezamos la habitual liturgia de estos momentos. Yo, al final, me decidí por ponerme camiseta de manga corta debajo de mi equipación oficial. Y así comenzamos el rito de los calentamientos, de unas pequeñas carreras, movimientos de las articulaciones, para intentar que entraran algo en calor, y no estuvieran muy frías para el comienzo, siempre brusco, de una carrera. A eso le ayudé con un potingue para las piernas que pusiera más entonados los músculos. Cuando iba calentando, sufrí un traspiés, que pareció afectar a mi tobillo, esperemos que no. 

domingo, 2 de noviembre de 2014

BILBAO NIGHT MARATHON

Con los compañeros de club, antes de empezar
El BILBAO NIGHT MARATHON 2014 era la siguiente parada en mi devenir atlético. Se celebraba el sábado día 18 de octubre, por la tarde, con un comienzo previsto a las 7:30 de la tarde, que por las circunstancias del fútbol se pospuso una hora, hora que al final, todo hay que decirlo, se agradeció. Y es que a las seis se celebraba un partido de Primera División entre el Athletic Club de Bilbao y el Celta de Vigo, y al estar la salida cerca, para evitar problemas con las aglomeraciones se retrasó.
Esta carrera se convirtió en una excusa para pasar un fin de semana en compañía de los compañeros y amigos del Club Deportivo Navalmaraton, y así se planteó. Y es que esa es la filosofía del club, hacer deporte y turismo a la vez. Con ello, salida el viernes por la mañana temprano, en compañía de mi esposa y el amigo Antonio Pintado. Viaje plácido y llegada a Bilbao, al Hotel, búsqueda de aparcamiento, tarea que se torna complicada en la ciudad, y a instalarse. Por la tarde, visita a recoger el dorsal, a la Feria del Corredor, bastante pobre por cierto, y aquí ya se atisbaba el calor que nos iba a esperar en la carrera, y visita por el casco antiguo de la ciudad bilbaína, bastante limpio y ordenado.
Por la noche, salida con los compañeros a tomar unas cañas y degustar alguno de los pintxos de los que alardean, y ya para el sábado visita al Estadio de San Mamés, impresionante, y paseo por la ría hasta el lugar de la salida y meta de la carrera, el Museo Guggenheim. Una mañana con aire, que amenazaba la carrera, y donde ya el calor se empezaba a hacer notar.  Iba a ser una jornada atlética difícil, así se preveía, cuando menos.
Tras compartir mesa y mantel con casi una quincena de miembros de la expedición nos marchamos a echar una siesta con la que estar recuperado, o preparado, para la gran batalla. A las siete de la tarde, todos al hall del hotel para hacernos la foto del grupo, con las banderas de España y Extremadura, y después, cada uno, en grupos, o solitario, marchamos para la línea de salida. Llevo puesta la camiseta conmemorativa en honor a Valeriano Lombardía, nuestro compañero, nuestro maestro, fallecido el pasado mes de agosto. Multitud de personas, avanzaban por las calles próximas al lugar de salida, y es que diez mil personas daban para mucho. Era un auténtico reguero de personas las que iban ya casi preparados hasta la zona de salida.