Con los compañeros del C.D. Navalmaraton |
El trabajo da sus resultados, la constancia, el creer en uno mismo lleva a conseguir lo que uno busca, lo que uno ansía.
Con las dudas de si iba a participar o no, pero con el bagaje de unos buenos entrenamientos, me presenté a la segunda edición de los 10 Kilómetros de Navalmoral, que organizaba mi buen amigo Miguel Angel Gamonal. Una prueba, llana, en asfalto, sobre un circuito rápido, que se desarrolló por el centro de la población, por donde se han de celebrar las pruebas deportivas, porque, nos guste o no, las calles son de todos, peatones y vehículos, porque un domingo, por la mañana, la intensidad vial es mínima y pedirle un poco de sacrificio al que lleva un coche, para que se desvíe por otra vía alternativa, no debía ser un problema. Pero, desgraciadamente, lo es, hay que ir a comprar el pan en coche, el periódico en vehículo, hay que ir a misa en automóvil, y no se entiende que se tenga que desviar, tienen que ir rectos, y, si además, les amparamos porque tienen derecho, apañados estamos.
El sábado, tuve un larguísimo día, en Badajoz, con el Club Deportivo Escuela de Natación Piscis, para participar en la II Jornada JUDEX mayores, aún con los problemas que tenemos, porque parece que somos un problema, y es que la existencia de más clubes en la misma localidad parece ser un obstáculo para algunos, pero nadie tiene que impedir el desarrollo de una actividad, y el que lo ampare, desde puestos de autoridad y representación, comete un grave, no, una gravísimo error.
Pero en fin, tras estas breves reflexiones, que muchos se deberían aplicar, vamos a hablar de la propia carrera.