EURODIPUTADOS DE ALTOS VUELOS

Este es un elocuente artículo publicado en la TRIBUNA DE LOS SERVICIOS A LA CIUDADANIA del sindicato FSC – CCOO

POLITICOS DE ALTOS VUELOS

Los eurodiputados parecen ser una casta especial. En medio de una crisis económica que parece no tener fecha de caducidad ellos se niegan a apretarse el cinturón. Al menos si ese cinturón va en el asiento de un avión perteneciente a la clase turista.

Aunque sus señorías no se cansan de lanzar mensajes en favor de la austeridad y de los necesarios ajustes económicos para hacer frente la crisis, ellos parecen ser los primeros en desoír esos consejos. Así en una votación celebrada el pasa do 6 de abril, 402 eurodiputados de los 736 con que cuenta la Cámara rechazaron una enmienda del grupo Izquierda Unitaria y Los Verdes que pedía comprar "billetes de avión en clase turista para los vuelos de duración inferior a cuatro horas".

Esos diputados que abogan por rebajar los salarios de los trabajadores, abaratar el despido y dar mordiscos al Estado del bienestar, son los mismos que luego no pueden renunciar a privilegios como los de volar en primera clase.

Fue tal el revuelo creado por la polémica votación, atizado principalmente desde las redes sociales, que los eurodiputados se vieron obligados a rectificar. Unos dijeron que se equivocaron en la votación y hubo incluso quien afirmó que viajar en primera no es un lujo, sino una necesidad.

En los medios de comunicación el asunto tampoco pasó desapercibido. El Mundo publicó un editorial, con el título "Una casta tan endogámica no nos representa", en el que señalaba: "Pocos gestos políticos han indignado tanto a la ciu¬dadanía como la decisión de la mayoría de los eurodiputados de votar en contra de una enmienda para congelar sus sueldos y acabar sus vuelos en primera clase".

El diario de Pedro J. Ramírez aseguraba que los ciudadanos están hartos de los escándalos y privilegios de los políticos y se refería a determinados comportamientos inaceptables que quedan impunes como consecuencia de la endogamia política.

El periodista Nacho Escolar indicaba en su blog que más indignante que el resultado de la polémica votación en el Europarlamento fueron las explicaciones de algunos de esos políticos para justificar o corregir lo que votaron.

El ex director de Público se refería en concreto al parlamentario del PP Alejo Vidal-Quadras, vicepresidente del Parlamento Europeo, quien dijo que "volar hasta 300 veces al año requiere unas condi¬ciones físicas adecuadas intrínsecas a nuestro trabajo. No se trata del lujo, el placer o el capricho sino que responde a una necesidad objetiva".

"Cuatro preguntas al hilo", planteaba Escolar. "Una. ¿Cómo lo hace Vidal-Quadras para volar 300 veces al año? ¿Duerme todos los días en casa, está pluriempleado de sobre¬cargo o es que va demasiadas noches a la tertulia de Intereconomía? Dos. Si viajar en business es "una necesidad objetiva", ¿qué opina Vidal Quadras de aquellos que cogen el metro en hora punta cada día? Tres: ¿En qué consiste exactamente la "austeridad" de la que habla el PP? Y cuatro. ¿A alguien le sorprende que los políticos se consoliden en el CIS como uno de los mayores problemas de los españoles?

Por su parte, la periodista Montserrat Domínguez aludía de esta forma al asunto en su columna habitual de La Vanguardia: "Tecleo en un buscador el precio de un billete ida y vuelta Bruselas-Madrid: salida el viernes -después de fichar en el Parlamento- con regreso el lunes. En clase business, vuelo directo, me sale por 1.404 euros; unos 600 en clase turista, y cerca de 200 euros si vuelo en una compañía de bajo coste. No hace falta ser matemática para ver que el ahorro es sustancial, especialmente si se multiplica por todos los eurodiputados que vuelven a casa el fin de semana. Pero sus señorías se niegan; si a ello suman la negativa de los europarlamentarios a recortar sus dietas y sus salarios, tal y como proponían sendas enmiendas de Los Verdes y por Izquierda Unida, entenderán por qué Twitter está ar¬diendo bajo la etiqueta "eurodiputadoscaraduras”.