martes, 19 de septiembre de 2017

VERANO DE CARRERAS

Ya está acabando el verano, y estamos ante una nueva, y excitante, temporada. Período donde afrontaré nuevos retos, nuevas carreras, con el objetivo de seguir mejorando, de seguir participando, en este deporte tan apasionante, como exigente.
Pero antes, entre el mes de agosto y el mes de septiembre, he disputado hasta tres carreras, pruebas, por otra parte, ya tradicionales, en las que he participado en varias ocasiones, y en las que en esta temporada he vuelto a ponerme en la línea de salida.

Han sido las carreras de Romangordo, Almaraz y Peraleda de la Mata, y aquí os las intentaré resumir las mismas, por orden cronológico.

XVII CROSS URBANO DE ROMANGORDO

La primera tuvo lugar el sábado día 12 de agosto, y fue en la localidad de Romangordo, donde se celebró el XVII CROSS URBANO DE ROMANGORDO, prueba que fue la última que disputé en el año 2015, antes de mi desafortunado accidente que me tuvo parado más de seis meses.
Esta prueba se incluyó, en este año, en el Circuito de Carreras Populares de la Diputación de Cáceres, convocatoria que tiene varias pruebas a lo largo del año y de la provincia cacereña.

En Romangordo, con Andrés y Antonio
El circuito era el de años anteriores, dos vueltas a un camino que se accede por detrás de las instalaciones deportivas, para llegar al pueblo, y en la segunda vuelta, se accede directamente a la línea de meta, situada en la Plaza de la localidad. Circuito con alguna subida, y un par de bajadas muy complicadas, con piedra suelta.
Allí nos juntamos tres corredores del club, Antonio, Andrés y yo. La prueba estaba prevista para las 20’45 horas de la tarde, pero, al final, la carrera comenzó casi a las 21’15 horas, cuando apenas el sol daba luz, lo que podía ser importante, ya que el recorrido discurre por caminos, que, lógicamente, carecen de alumbrado.

Apenas cuarenta corredores nos juntamos para esta carrera, que otrora fuese un referente en la zona, y ahora ha quedado en una prueba más, pero lo importante es que se siga celebrando.

Nos aprestamos todos los corredores en la línea de salida, situada en la calle de la Piscina, y se dio la salida, así que todos a correr. Pronto los atletas nos colocamos en línea de a uno, por delante de mí van Antonio y Andrés. Damos la vuelta a las traseras de la piscina, y empieza la subida de hormigón, la cuesta dura del recorrido, en la que no se ve el final. En este tramo ya he pasado a Antonio, y me voy colocando un poco más adelante. Acaba la cuesta, y empieza el tramo de tierra, con unos metros en llano, para empezar el descenso, al principio, moderado, pero con un suelo muy inestable e inseguro, lleno de piedras sueltas y con roderas, para dar paso, luego a una fuerte bajada, que decido tomarme con tranquilidad, vengo a terminar la carrera, no a jugarme los tobillos, y no quiero más caídas. Una vez finaliza el descenso, comienza el tramo que nos lleva al pueblo, en ligero ascenso. Delante tengo unos cuantos corredores, que pienso pueden llegar a ser alcanzados, entre ellos Andrés.

Llegamos a la altura del transformador, y entramos, de nuevo, en zona asfaltada, aquí las piernas se sueltan más, van más cómodas, y adelanto a Andrés y a una chica. Por delante, tengo a un corredor de Navalmoral, que creo que caerá en la segunda vuelta. Todo es cuestión de tiempo. Pasamos por delante de la piscina, giramos a la izquierda, y sigo a unos veinte metros de mi predecesor. Empezamos la cuesta, y ahí no me entrego a fondo. Corono, empieza el tramo llano y observo que no me va a alcanzar nadie. Al que persigo, le sigo manteniendo la distancia, ésta no disminuye. Bajamos la fuerte pendiente y al ponernos en plano, las piernas se quedan como atascadas. Va a ser complicada la empresa. Persisto, pero sin hacer un cambio de ritmo, a la misma cadencia, y la distancia no se reduce. Cojo el agua, entramos en la zona asfaltada, se ve el transformador que nos conducirá a la meta. Viendo la imposibilidad de culminar la persecución, levanto el pie. Al final, cruzo la meta en un tiempo de 23:12, para completar un recorrido de 5.100 metros, en el 12º puesto de la general. No va a haber recompensa al esfuerzo, porque en este circuito estipulan una categoría de veteranos A, con una franja de edad de 35 a 50 años, y yo estoy al final del tramo, por lo que corredores mucho más jóvenes me han ganado con cierta facilidad; aún así, quinto de mi categoría.
XXIV MILLA URBANA DE ALMARAZ

Con la gente de mi club, en Almaraz
Teniendo previsto participar en esta prueba, a la cual, por unas circunstancias u otras, no acudía desde el año 2011, habiéndola realizado en once ocasiones consecutivas, y visto el escaso kilometraje de la prueba, 3.218 metros, salí por la mañana con la bicicleta realizando un total de veintidós kilómetros, aunque a un ritmo demasiado lento, y es que este artilugio y yo no nos entendemos demasiado.
Por la tarde, me fui con algunos compañeros a la prueba, y allí nos juntamos hasta diecisiete corredores del club, así como los hijos de alguno más, llegando a superar la veintena, sin duda alguna una gran cifra, porque al final, hay que decir que más de la mitad de los corredores que tomaron parte en la prueba eran de nuestro club, importante número, sin duda alguna.
Esta prueba también ha perdido, ya que tuvo un gran nivel en años pretéritos, más que nada porque había premios económicos, lo que siempre atrae a atletas de buen nivel, pero en esta prueba, que es corta, no tuvo apenas atletas populares, es decir que no pertenecieran a ningún colectivo o club.
Pero aún así, la carrera sigue adelante, dado el empeño de sus organizadores. Y tras las fotos nos fuimos todos para la línea de salida, de un circuito de unos ochocientos metros al que había que dar cuatro vueltas, para completar la distancia.
Se dio la salida, y sin darnos cuenta, íbamos todos en grupo, pero transcurrido un centenar de metros se desatan las hostilidades, y poco a poco nos fuimos colocando en línea. Estas carreras exigen lo máximo de uno mismo, en muy poco tiempo, llevando las pulsaciones al máximo.
Por delante de mí van los grandes de la carrera, y, lógicamente, de mi club, como son Jorge, Alberto Masa, Uruburu, así como mi hermano Agustín, Pedro, Andrés, Carlos Tapia y Maricruz además de Pacheco, que es mi rival de categoría. Eloy, que viene por detrás, me sobrepasa y se marcha. Termina la primera vuelta, que la hago en tres minutos escasos.
Comienza el segundo giro, en el que las posiciones se empiezan a estabilizar, los corredores empezamos a quedarnos de uno en uno. El ritmo no parece decrecer, aunque las piernas acusan la exigencia. Giro a la media vuelta, y Andrés ya ha cedido, por delante siguen Maricruz y Pacheco, que van juntos, la distancia no parece muy grande, y puede asumirse. En la cabeza de carrera, Jorge y Alan se van a disputar la victoria.
Segundo giro, vamos a por la tercera vuelta, que será el penúltimo paso, el momento de dar todo, y defenderlo en la última vuelta.
Alcanzo a Pedro, que empieza a flaquear; después sobrepaso a mi hermano, cuyas piernas tampoco parecen dar más de sí. Se va clarificando el panorama.

En el podio, con dos grandes corredores
Voy a por la última vuelta, ya no hay más que dar lo que se pueda, me voy acercando a Carlos Tapia, y antes de afrontar la última recta que nos llevará a la meta, le alcanzo. Solo faltaría Francisco, Pacheco, para ganar en mi categoría, pero cuando voy a por él, hace un cambio de ritmo, que hace inútil mi esfuerzo, por lo que una vez que veo que no llego a él, voy bajando el ritmo, cruzando la línea de meta en un tiempo total de 13:00, para un recorrido teórico de 3.218 metros, real de 3.400 metros. Habré finalizado entre los doce ó catorce primeros de la carrera, siendo subcampeón de la categoría veterano B, de 45 a 55 años. 
También logran alcanzar trofeos Jorge, que vence la carrera, Agustín Uruburu, Neroy, Andrés, Javier, en categoría masculina, y Maricruz, vencedora femenina, Lucía, Ana y Dalia, en categoría femenina.
Sin duda alguna, un gran resultado para mí, que me da mucha moral, para seguir afrontando los entrenamientos y las carreras.


XV CARRERA POPULAR DE PERALEDA DE LA MATA

La última prueba de esta serie en la que participé, es otra clásica de mi calendario deportivo, la Carrera Popular de Peraleda de la Mata, en la que he conseguido subir al podio en varias ediciones. Esta prueba se celebra siempre el día de Extremadura, el 8 de septiembre.
Con mi gente de Navalmaraton, en Peraleda

 En esta mañana, y acudiendo a la llamada del Club, participamos una docena de corredores en una carrera, que iba a celebrarse en una matinal algo calurosa, y con un recorrido que se torna exigente en los últimos seiscientos metros de cada vuelta, y teniendo en cuenta que había que dar dos vueltas, el esfuerzo iba a ser importante.

Tras inscribirnos y tomarnos un café, liturgia de casi todas las carreras, luego fuimos a hacer un calentamiento y reconocimiento del circuito, donde observamos que habían quitado el tramo del cementerio, por lo que de dos vueltas que se daban, se pasó a tres giros, lo que iba a hacer aún más duro el final.

Aquellos que no conocían la carrera, vieron que el circuito tenía de todo, algún tramo llano, escaso, un tramo de larga y constante bajada, y el final que exigía más y más a cada metro.

Después de todos estos trámites, nos fuimos a la línea de salida, situada en la Plaza del pueblo, y cuando estaba hablando con Aroa, el silbato sonó, y se dio la salida a la carrera. No estaba preparado, pero aún así las piernas comienzan a moverse. Damos la vuelta a la iglesia, y los primeros empiezan a posicionarse, el resto vamos colocándonos donde creemos que tendremos que pelear. Por delante marchan Antonio y Marcial, por detrás dejo a los demás compañeros del club.

Empezamos la bajada a la carretera, y en la misma, empieza a verse la carrera totalmente estirada, yo voy siguiendo de cerca a Antonio y por delante Marcial. Pedro Morales, que venía por detrás nos deja y empieza a marcar su ritmo, pertenece a mi categoría, pero para mí es inalcanzable, habrá que pelear por los otros dos puestos del podio, y uno de ellos es mi compañero Antonio.
Termina la bajada y giramos hacía la vía de acceso al pueblo, que es un falso llano, hasta que llegamos al cruce del Cementerio, donde la carretera ya no se esconde y enseña sus rampas. Antonio queda cerca, Marcial, le mantengo. Giro a la izquierda, y entrada a la primera vuelta. Cojo una botella de agua, dos tragos, a seguir corriendo, y alcanzo a Antonio, y ahora me marcho a por Marcial. Voy controlando por detrás, Antonio sigue muy cerca de mí. Salimos de nuevo a la carretera, zona de descenso, es mi terreno, pero Marcial también se desenvuelve bien. Nos adelanta un chaval de Peraleda, que va muy bien.
Finaliza el descenso, y vuelta al falso llano, me voy acercando a Marcial, sería increíble acabar una carrera junto a él, un gran corredor y una mejor persona. Entramos en los últimos tramos de llegada a la meta, y estoy muy cerca de él.
Comienza la tercera y última vuelta, tras haber dado dos nuevos tragos a la botella de agua. Comienza la zona de descenso, y Marcial sigue delante, se me marcha unos metros. Por delante veo que Neroy va quedando más cerca de mí, su correr no es cómodo, puede haber pagado una salida fuerte.
Marcial adelanta a Neroy, y ya voy yo detrás. La diferencia con Antonio empieza a ser importante. Comenzamos el último tramo, el falso llano, Neroy cada vez más cerca, Marcial algo más lejos. Antes de llegar al cruce del Cementerio alcanzo a Neroy, se le nota en el rostro que va tocado.
Sigo adelante, giro la mirada, veo que Antonio está lejos, y que viene Luis Francisco, pero la distancia es importante, por lo que levanto un poco el pie, aflojo algo el ritmo, para llegar cómodo a la línea de meta.
En el podio, como subcampeón
En este momento, Neroy aprovecha y me pasa, llegando antes que yo a la línea de meta.
Al final, cruzo la línea de meta en 22:18, para un circuito de 5.400 metros, lo que sale a un ritmo de 4:07 el km, buen paso, teniendo en cuenta el final exigente, al menos para mí.
Y tras esto, llega la entrega de premios, subiendo al podio en el segundo puesto de mi categoría, Veteranos B, más de 45 años.
Nueva carrera, nuevo éxito para mí, y una nueva inyección de moral para seguir reafirmándome en lo que hago.
Ahora ya comienza la temporada de las pruebas de Medio Maratón, con el objetivo de realizar un total de diez en todo el período, con el objetivo de alcanzar el número ochenta en mi currículo.
Tengo que ir ajustando las fechas para empezar a inscribirme en las mismas.
Ya para finalizar, aquí os dejo un vídeo de Enrique Bunbury, ex vocalista y alma de los Héroes del Silencio, en solitario, con una versión de la canción "Apuesta por el rock'n'roll"

No hay comentarios:

Publicar un comentario