viernes, 22 de febrero de 2019

IV MEDIO MARATON DE MONTIJO

Antes de empezar la carrera
Tras pasar Plasencia, y con una semana de descanso, me inscribí para participar en el IV MEDIO MARATON DE MONTIJO, único Medio Maratón homologado de Extremadura. En un principio, la idea era ir a correr, a competir, pero unos días antes, recibí un mensaje de Alberto, preguntándome si quería ser globo de 1h40, ya que Maricruz, quien en principio iba a cumplir este cometido, se encontraba lesionada y no podía participar. Dije que no tenía ningún problema en hacerlo. La perspectiva de la carrera cambiaba desde ese momento. 
Y con todo eso, una vez tomada la decisión, un par de entrenamientos, un poco soltar las piernas el sábado, y el domingo, por la mañana, temprano, porque la carrera comenzaba a las diez, nos fuimos para la población pacense Jorge, mi hermano y yo. Mi hermano, volvía a participar en un medio maratón, tras un largo período de inactividad, tras haber sufrido un accidente laboral. Allí, en Montijo, nos esperaban Dani, Berna, Josequi, Santi y Álvaro, además de Alberto Masa, que estaba con sus compañeros de Miajadas. Una buena representación del club, en una carrera con unos cuatrocientos inscritos, que, además, ponía en juego el Campeonato de Extremadura de la distancia. 
La mañana estaba fresca, pero el sol lucía, y el aire, que días antes se pronosticaba que iba a ser fuerte, se quedó en algo más que una brisa. Tras recoger el dorsal, tomar café, nos fuimos para el pabellón para cambiarnos, y colocarnos todos los enredos necesarios para correr, calzonas, camiseta, medias compresoras, geles, cremas, en fin, toda la parafernalia que se estila en esta situación. 
Por el kilómetro 4,5
Y me fui a colocar el arnés que llevaba la bandera que indicaba cual era mi objetivo para esa carrera. Y aunque se ajustó con facilidad a la cintura, lo cierto que a los hombros no conseguí hacerlo, e iba un poco suelto. En esta ocasión, cumplir con el objetivo era mucho más asequible que en Plasencia, porque el trazado es prácticamente llano, con algún ligero repecho que no repercute en el ritmo, y además aprovechándome de las tecnologías existentes, el reto era aún más fácil. Y es que mi gps, tiene la función “CALCULADORA TIEMPO FINAL”, en el que poniendo la distancia que uno va a recorrer, te va marcando durante toda la carrera, en que tiempo vas a cruzar la línea de meta. Una gran ayuda. El objetivo en esta ocasión, era acabar en 1h39’, para dar margen a aquellos que les costara el final, y quienes fuesen mejor, rebajasen su marca con suficiencia. Al ser una prueba homologada, al final, según los gps, corremos algunos metros más. Por ello, llevaba un cronómetro normal, para ir marcando los kilómetros al paso por los carteles señalizadores. 
Y tras todo esto, nos fuimos colocando en la línea de salida. Ya estábamos todos esperando que se diera el pistoletazo de salida, que se hizo con algo de retraso, pero, al final, salimos. En los primeros metros se suele salir más rápido de lo que uno quisiera, pero al paso por el primer kilómetro, ya iba en el tiempo objetivo, a 4:39 el kilómetro. A mi lado se colocaron Dani y Álvaro, más un grupo de corredores. El aire, escaso, se nota de cara en este tramo, que nos lleva hasta el pueblo de Barbaño, por el Camino Viejo de Barbaño. Luego, a la vuelta, nos será favorable. Dejamos atrás el segundo kilómetro, y salimos a la calle Calzada Romana, que nos llevaría, si vamos rectos hacia Puebla de La Calzada. En este tramo se nota que el aire no nos da, vamos algo más aliviados, hasta llegar a la rotonda, y salimos, tras llevar cuatro kilómetros, a la carretera que nos llevará, con el aire de cara, a Barbaño. Los grupos se empiezan a hacer, la carrera a estirar. Llevo bastante gente conmigo, y delante de mí, va un grupo de corredores, a escasos metros, que van al mismo ritmo; si se pusieran detrás, el grupo sería inmenso. Pasamos por el quinto kilómetro, avituallamiento líquido y a seguir corriendo. Una chica que va en mi grupo, se va acercando a dos que van por delante. Se lo comento, y dice que todavía queda mucha carrera. Es cierto. Nos vamos acercando a Barbaño, pasamos el sexto kilómetro, y cuando vamos buscando el séptimo kilómetro, ya vienen los primeros corredores de frente, con Seddik Warrak dominando la carrera. Consigo ver a Jorge, que va algo retrasado. Paso por el kilómetro siete, tiempo de cronómetro, 32:50, va clavado el tiempo. El gps dirá que los siete kilómetros se han hecho en 32:38. 
Tras pasar el kilómetro 18, con Dani
Y entramos en Barbaño, pequeña localidad, dependiente de Montijo, a la que daremos una vuelta de escasamente mil quinientos metros, con avituallamiento de agua incluido. Hay algo de ambiente en el pueblo. Transitamos por tres calles, y salimos, nuevamente a la carretera de Barbaño, los últimos corredores, a partir de la hora y cincuenta minutos, están entrando cuando nosotros ya vamos de vuelta. El grupo sigue con bastante gente, Álvaro y Dani a mi lado. Aunque hace algo de fresco, se corre bien. Los kilómetros van cayendo, uno detrás de otro, rondando el 4:40. Llevar esta herramienta en el gps, te hace olvidarte de llevar los ritmos en la memoria. Vamos por el décimo kilómetro, nuevo avituallamiento, y aquí se despide de mí un corredor, quien tras agradecerme el “trabajo”, se marcha para delante. Espero no cogerle. Sería buena señal. El gps dice que los 10.000 metros los hice en 46:35, el reloj lo marcará en 46:50. Todavía nos queda un tramo en esta carretera. 
Dejamos atrás el kilómetro once, pregunto qué tal va la gente, dicen que van bien, aunque es cierto que el grupo ha menguado un poco. Álvaro se empieza a quejar de problemas estomacales, pero sigue aguantando. Dani sigue justo a mi lado. El kilómetro once ya es historia, cuando nos estamos acercando a la rotonda. Tras pasarla, entre los aplausos de los allí congregados, vamos por la carretera que nos lleva a Puebla, pero en sentido contrario. Ahora el aire molesta un poco. Ya me he quedado con poca gente, aunque es cierto, que voy alcanzando a alguno más. El reloj me marca el ritmo en torno al objetivo, segundo arriba, segundo abajo. Tras pasar dos kilómetros, nos situamos, nuevamente, en el Camino Viejo de Barbaño, con Montijo en el horizonte. En este punto, pasamos por el kilómetro 14, segundo tercio de carrera. El cronómetro dice que llevamos 1:05:35, a 4:39 el kilómetro. El gps me dijo que los hice en 1:05:17, a 4:38. Es el momento de tomarme el gel, para buscar aquellas fuerzas que quizás me puedan faltar al final. 
Acercándome al final
Llegamos al kilómetro 15, justo en la entrada del pueblo, y un nuevo avituallamiento. Ahora quedan seis kilómetros por el interior de la población, en un circuito bastante revirado, que te hace, en algún momento, sentirte perdido. Entramos por la calle Virgen de Barbaño, dejando a la derecha la recta de meta. Y ya vienen los primeros de la carrera. A nosotros todavía nos queda un rato. Ahora toca girar a la izquierda, buscando la calle Diego Caballero, donde está situado el kilómetro 16. Nuevo giro a la derecha, por la calle Antonio Rodas, y de ahí, por la derecha, a la calle Concepción Arenal, siguiendo por la calle Reina María Cristina, nuevo giro a la izquierda, a la calle de Arcos, donde está el kilómetro 17. Tras pasar por la Plaza de Cipriano González, comienza el primero de los repechos dentro del pueblo, que nos llevará a la Plaza de España, empezando el descenso, cuando transitamos por la calle Pérez Galdos, tras dejar atrás la Calle Antonio Maura. Ahora hay que recuperar un poco. Un par de corredores se van descolgando, aflojo algo el ritmo, esperando que se enganchen, pero ya no lo voy a conseguir. Sigo cogiendo a algún atleta a los que las fuerzas les van abandonando. Les animo para seguirme. Animo a Dani para que se marche para delante, pero dice que no, que se va a quedar conmigo. Tras descender, nos ponemos en plano por la calle Mártires, antes de comenzar el ascenso del kilómetro 18, por la Ronda del Valle. Les pido un último esfuerzo a mis compañeros de carrera. Es este un tramo que puede hundir al que llegue tocado. Paso por el kilómetro 18 en 1:24:15. Nueva botella de agua, dos tragos y a rematar la faena. Tienen los que me acompañan una bolsa de 15:45 para hacer 3.100 metros, creo que es suficiente. Los que vienen un poco por detrás, quizás van a tener que apretar algo al final. 
Cruzando la meta
Coronamos este particular Tourmalet, y comienza la bajada hacia la línea de meta, por la misma calle, que tiene hasta tres nombres distintos. Giro a la derecha, incorporación a la calle Puerta del Sol, y el cartel del kilómetro 19 nos recibe. Aquí le digo a Dani, que el último kilómetro me voy a dejar llevar, para esperar a los que vengan por detrás, para animarlos para bajar de los cien minutos. Álvaro se quedó por detrás, dice que no le espere, que siga a lo mío. Algún corredor sigue siendo alcanzado por mí. Una chica va adelantando a alguna corredora que va por delante. 
Salimos a la Avenida Nava, de ahí a la Carretera de la Estación, donde está situado el kilómetro 20. Cuando se va acercando el final, Dani, me choca la mano, y se marcha para la línea de meta, tras darme las gracias. El kilómetro 20 lo paso en 1:33:43, a 4:41 el kilómetro. Ya levanto el pie, y espero, empiezo a girar la cabeza, buscando a corredores a los que animar, a decirles que la meta está ahí, que la barrera de los cien minutos es factible romperla. Accedo a la calle Mendez Nuñez, y tras un nuevo giro, estoy en la Avda. Virgen de Barbaño, última calle antes de mirar hacia la línea de meta, situada en la Avenida del Progreso. Ya solo se trata de esperar a que los corredores vayan llegando. Los sigo animando, alguno me da las gracias. Se ve la línea de meta. Hay varios arcos, y se oyen aplausos. 
Con los compañeros, tras acabar la carrera
Al final, cruzo la línea de meta en 1:39:35, con la satisfacción del trabajo bien hecho, como así me lo hacen saber más de un corredor tras acabar la carrera. Termino, recojo la medalla, tomo el bocadillo y el agua y me acerco para el pabellón. Allí me encuentro a Jorge, que ha terminado el decimotercero de la general, igual que el año pasado, siendo campeón de su categoría, la misma que la mía. La verdad es que ha conseguido recuperar. Y a mi hermano Agustín, que ha hecho una fantástica carrera, con un buen crono, para ser su “debut”. Josequi, por fin, consigue mejorar su marca personal, haciendo una hora y veintiocho minutos, siendo segundo de su categoría. Dani entra en 1:38, y Álvaro, al final, no pudo bajar de la hora y cuarenta minutos por dieciséis segundos. Berna y Santi rondaron la hora y media, el primero por encima, Santi, por debajo, y Alberto Masa cumplió su objetivo como globo, demostrando una gran capacidad de gestión. 
Ducha, un par de cervezas, recogida de trofeos, y ya para casa, pensando en el próximo Medio Maratón, que será en el pueblo de al lado, Valdelacalzada, este domingo, antes de los Carnavales. Aquí sí, tendré que correr, volver a exprimirme, sentir realizar el esfuerzo, buscando hacer una buena carrera y un crono ajustado a mi perfil. Ya iremos viendo. 
Para terminar os dejo la canción “ANGELA”, de Mikel Erentxun, para mí un pequeño tesoro de este artista.

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