jueves, 16 de julio de 2015

CARRERAS POPULARES DE JARAIZ Y LOSAR

En Jaraiz de la Vera
Después de casi cien días, me decidí por volver a participar en una carrera popular, corta, pero era volver a ponerse un dorsal, y situarse en la línea de salida de una prueba deportiva.
Y es que después de Sevilla, después de pasar por malos momentos, tanto físicos, como anímicos, en los que parecía no encontraba el ritmo; de pasar por momentos que cuando parecía hallarlo, volvían nuevas molestias físicas y vuelta a pararme, lo que me hizo descartar el ponerme a competir, abandonando posibilidades de participar en carreras para las que estaba anteriormente inscrito, como pudo ser en Vitoria, que del maratón, pasé al medio maratón, y al final me quedé en nada, llegó el planteamiento de descansar, de dejarlo, al menos de momento, para luego volver a retomarlo.
Y así lo he hecho. Y así he visto lo duro que se me está haciendo, lo que me cuesta, más de un día, volver a empezar a correr, como cuando llevo un rato corriendo, me entran los agobios, y, a veces, me tengo que parar. Y, después, cuando llego a casa y veo al ritmo al que he corrido, y veo que este es bastante flojo, para lo que yo estoy acostumbrado. No obstante, las últimas jornadas de entrenamiento, me he visto con una nueva predisposición, con más ánimos. Parece que voy encontrando el camino.
Y es en estas, cuando he decidido, contra lo que siempre he hecho, ponerme a competir en el mes de julio, algo que no hacía, porque siempre esperaba al mes de agosto. Y como una carrera parece poca, me he hecho dos pruebas en dos días, cortas, pero dos.
La primera fue en Jaraíz de la Vera, y es que lo dejé en Jaraiz y lo retomo en Jaraíz. Hasta allí me fui con los compañeros Jaime y Güito, encontrándonos después en la población verata con José Carlos y Daniel. Eramos cinco los miembros de este club que nos fuimos a competir. Y allí, volví a saludarme con los grandes amigos que tengo en este mundo de las carreras, a reencontrarme con ellos, con Dionisio, Susi, Paco Barquilla, Marcial, Juanjo, y tantos otros, que me hacen ver que en este ambiente soy apreciado, como yo los aprecio a ellos.
Pero yendo directamente a la carrera, en una tarde bastante calurosa, como lo lleva siendo todo el mes de julio, nos fuimos a hacer un reconocimiento del circuito, revirado, con subidas y bajadas, como son todas las carreras del Circuito de La Vera, alternando trozos de asfalto, con adoquin, tierra, subidas, bajadas. Ya sabíamos a lo que nos enfrentábamos, y más yo, hombre negado para las cuestas, que me suponen un gran esfuerzo y las asimilo muy mal, así que la idea era tranquilidad, y acabar la carrera.
Y allí nos juntamos unos cincuenta corredores, para enfrentarnos a la prueba. Bocinazo de salida, y todos a correr, empezando por una cuesta abajo, giro a la derecha, y a seguir por zonas de falso llano. Me veo que he salido muy detrás. Todos mis compañeros van por delante, y gente que, generalmente, suele ir detrás de mí, me aventajan con facilidad. No me quiero exceder, no quiero sufrir, solo quiero pasar la carrera, el trago, llegar a la meta. No me encuentro con las suficientes fuerzas como tirar para delante. Así que me centro en mantener el ritmo, sin mirar el reloj.
Salimos a zona abierta, sin resguardo de los edificios, unos metros, y volvemos a entrar a una zona de viviendas, giros, subidas, cortas, pero subidas, nuevos giros, y subida de una cuesta de unos treinta metros que queda clavado, damos vueltas a unos edificios y salimos a un camino de tierra, que está bastante “roto”, que se pisa mal, que es en bajada, y que puede conllevar riesgos, si no te andas con cuidados. Tras esto, una pequeña subida, acceso a una rampa, y entramos en una calle superestrecha, de no más de un metro, que se acoda en noventa grados, bajada y subida por la calle Pedreros, larga, empinada, empedrada, hasta la Iglesia, giro de noventa grados, entrada por la calle y acceso a la Plaza, donde está situada la meta, y así tres vueltas. En estas dos vueltas siguientes voy adelantando a algún corredor, con otros mantengo una pequeña pelea, adelanto, me adelantan, y, al final, gano yo. En cuanto a mis compañeros, veo a Jaime, cuando estamos acabando la carrera, al final de la calle, pero no me da tiempo a cogerlo. Por delante, Claudio, de Aldeanueva de la Vera.
Alcanzo la línea de meta, en un tiempo de 24:24, para hacer los 5,2 kilómetros, aproximados, de que constaba la prueba. Evidentemente, mi resultado es más bien flojo, pero entre ser la primera carrera, y el enfrentarme a las subidas, con lo que me cuestan, he ido reteniendo. De hecho la sensación de fatiga en las piernas no la he tenido.
Esta es la primera carrera que hago del Circuito, del que espero hacer el resto, si las circunstancias lo permiten.
Decir que en esta carrera, también participó, en su categoría, mi ahijado Samuel, de diez años, que salió como una moto, para acabar en una formidable cuarta posición, para ser la primera carrera en la que tomaba parte.
Después, a celebrar el tercer tiempo con unos cuantos compañeros en el Bar “EL TANQUE”, de mi amigo David, y de ahí para casita.

En Losar de la Vera, antes de la salida
El sábado nos fuimos a competir a Losar de la Vera, otra carrera, otra prueba más del Circuito de La Vera. Para mí todas las carreras, salvo la de Pasarón, son completamente desconocidas, porque nunca he corrido en ninguna de ellas, así que para mí todo es nuevo.
Allí nos encontramos hasta siete compañeros del club, con lo que el colectivo sigue haciéndose presente en las carreras de la zona.
Como siempre, la misma liturgia, reconocimiento del recorrido, por calles estrechas, giros intrincados, subidas cortas, pero intensas, pero siempre, bien señalizado, bien cortado. Este circuito invita a correr, y es corto, dicen que el más corto de todas las carreras que se desarrollan en la comarca verata. Se va a poder correr, y no hay ninguna cuesta de una cierta exigencia. 
Eso es lo que creíamos nosotros, hasta que el amigo Rubén nos dice lo de la última cuesta, la de llegada a la línea de meta, unos ciento sesenta metros, en los que hay que salvar un fuerte desnivel, convirtiéndose en muy exigente. Todo cambia la estrategia de enfrentamiento con la carrera.
Pero, bueno, ya estamos allí, y hay que salir a correr. Cincuenta y siete corredores nos situamos en la línea de salida, según el speaker. Y se da el bocinazo, y todos arrancamos a correr, los que buscan la victoria, totalmente lanzados, los demás, cada uno a su ritmo.
Recta de unos cien metros, y giro a la izquierda, zigzag, y salida a otra calle un poco larga, en ligera subida, giro a la izquierda, con una cuestecita de unos veinte metros, que clava, salida al llano, bajada. En este momento, Antonio, que estaba resentido de su gemelo, se detiene, no puede, y decide abandonar. Seguimos corriendo, llegada a la plaza, por la derecha, salida a una nueva calle corta, que nos lleva a pasar por un arco, calle superestrecha, salida a la calle con regadera en el centro de la calzada, empezamos una larga bajada, salida casi a la carretera, para enfrentarnos a la subida, temible subida.
Pero el temor es mayor que el resultado, la subo mejor de lo que espero en cada una de las vueltas. Adelanto a algún corredor en la carrera, y puede ser que Claudio esta tarde le alcance. Pero la falta de confianza, en mis fuerzas, en mi ánimo, me impide tirarme con más decisión a por mis predecesores. Parece que los tengo cerca, pero no cambio el ritmo. En la última vuelta, veo a Alfonso, de Plasencia, que cada vez le tengo más cerca, podré cogerle, y, de paso a Claudio. Veo como Claudio alcanza a Alfonso, en la bajada, y yo me voy acercando. En la última subida, tiro de riñones, de fuerza, para intentar cogerlos, pero no puede ser, me han faltado unos veinte metros para alcanzar a los dos. Final 19:29, en un recorrido de unos 4.200 metros. Una lástima. Aún así, las sensaciones de esta carrera, han sido mejores, he estado más a gusto, me he vuelto a sentir más corredor.
Lógicamente, los puestos de podio son inalcanzables ahora para mí. Pero las sensaciones que voy, poco a poco, consiguiendo, son las importantes.
Tras estas dos carreras, me encuentro bien corriendo, me falta ritmo, tengo que buscar algo más en los entrenamientos, y encontrar esa capacidad de esforzarme, que ahora me falta. Todo se irá consiguiendo poco a poco.
Próximas paradas, Jarandilla de la Vera, el viernes, Villanueva de la Vera, el sábado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario