C.D. Navalmaraton, tras recoger los dorsales |
El pasado domingo día 2 de abril, acudí a disputar la XI edición del Medio Maratón de Cáceres, prueba en la que he participado en tres ocasiones. Esta es una prueba, que a pesar de llevar once ediciones, siempre ha presentado fallos organizativos, que son fácilmente mejorables. Yo no voy a criticar jamás un circuito, ya que entiendo que no se hace el que se quiere en muchas ocasiones, sino el que te dejan; se podrá dar más o menos en la meta, pero lo que no tiene sentido, en esta ocasión, es que para dar más de mil dorsales hubiera solo una mesa. No tiene sentido, y tampoco me vale que digan que desde el viernes los estaban dando en Cáceres, porque la mayoría de los corredores venimos de fuera de la ciudad, y sería ridículo, para mí, ir un día, meterme 240 km entre pecho y espalda, para recoger un dorsal que lo ponen a tu disposición el domingo. Y al final, un detalle, el avituallamiento se daba en dos stands, alejados el uno del otro, y no había una bolsa para recoger todos los productos. Fallos importantes, soluciones fáciles.
Dicho esto, vamos al relato de mi participación en esta prueba.
La mañana se vestía de calor, y aunque a las 8’30 horas, hora de salida para la ciudad monumental hacía fresco, ya apuntaba maneras. Allí, en la Fuente del Poblado, lugar tradicional de quedada, nos juntamos la mayoría de los dieciséis navalmaratonianos que íbamos a ir para allá. Faltaba un habitual, Antonio, el Presidente, y es que su padre, D. Emilio, se encontraba muy enfermo, y apenas le quedaban horas de vida. Momento duro, sin duda alguna.
Importante esta fecha en la historia del club, porque hasta un total de siete mujeres iban a representar al colectivo en Cáceres, en alguna de las tres pruebas convocadas. Una gran noticia sin duda. Y las que faltan por venir.
Las chicas de nuestro club, nuestro tesoro |
Siempre que uno sale fuera le asaltan las dudas al llegar al lugar, si se va a poder aparcar bien, si habrá sitio, si se podrá ir por una calle u otra, pero llegamos bien, y aparcamos mejor, a escasos doscientos metros de la zona de salida. Y de allí nos dirigimos al kiosco de la música del Paseo de Cánovas, y aquí empezó la penitencia, más de media hora para recoger un dorsal, con una fila que se hacía más y más larga por momentos. Al final, y con algo más de media hora para empezar pudimos coger nuestro número identificativo, y de ahí marchamos para un bar, unos a tomar un café, otros un zumo, pero todos buscando la forma de aliviar nuestros cuerpos de cara a la carrera.
Tras terminar todos los trámites previos, colocación de dorsal, vaselinas, geles y demás liturgias, nos fuimos para la zona de salida, y aquí ya, cada uno a su aire, a calentar, a estirar, y a ir aprestándonos para colocarnos en la zona de salida, situada en el Paseo de Cánovas. Va llegando la hora, y cada vez más y más gente congregada alrededor del arco de salida. Y es que allí estábamos los que íbamos a hacer el Medio Maratón, y los que iban a hacer la prueba de 10 km, una vuelta al circuito, y aquellos que iban a participar en el relevo, que también eran 10 km. En otras ediciones, los del diez mil salían un poco antes, quizás eso sea mejor.
El animador habla y habla, pero no se entiende nada, el caso es que la carrera retrasa su salida, y al fin, sin pistoletazo, se da la salida, y todos a correr. Estoy bastante delante, con lo cual me cuesta poco colocarme bien. Paso por el primer kilómetro, muy rápido, y es que picaba hacía abajo, lo hago en 3:52, hay que levantar el pie; km. 2, paso en 4:01, todavía voy rápido. Ya nos metemos por la zona antigua de la ciudad, tras entrar por la zona de la Plaza de Toros. Salimos de la Plaza por la Gran Vía, una corta, pero dura y exigente subida, giro a la izquierda, y nos metemos por el auténtico casco antiguo de la ciudad monumental, por zona de empedrados, buscando las zonas laterales, que van con losa, para evitar torceduras de tobillos o caídas. La carrera se va estirando, me voy encontrando bien, poco a poco sigo avanzando. Por delante, veo a Josequi, que va por el diez mil, y tras abandonar la zona histórica, por la que apenas se hacen tres kilómetros, nos vamos, otra vez, hacia la plaza de toros, nosotros saliendo, otros entrando. Avenida Hernán Cortés, mirando hacia arriba, dejamos a la estatua ecuestre a la izquierda, seguimos por la Avenida Virgen de Guadalupe, para llegar a la Calle San Pedro de Alcántara, peatonal, y voy a un ritmo que me encuentro a gusto. Giro a la derecha, para entrar a la Avenida de España, zona de contrameta y detrás de unos contenedores está el avituallamiento líquido. En este punto alcanzo a Carlos Tapia, con el que voy a compartir unos cuantos kilómetros. Llevamos un buen ritmo, y giramos hacia la calle Gil Cordero, y Avenida Ruta de la Plata, antigua carretera de Salamanca, que se va a convertir en una larga y dura recta. Por el otro lado vienen los primeros. Pero según miro hacia delante, no se ve el momento de realizar el ansiado giro, así que solo queda apretar los dientes, agachar la cabeza y seguir zapateando. Paso por el km. 7 en 30:23. Quizás un poco alto, pero hay que seguir, queda aún mucho trecho. Carlos sigue a mi lado, avanzamos el kilómetro 8, con giro a la Avenida de Alemania, bajada, giro de 180º grados y otra vez hacia la Cruz de los Caídos, cerca de la zona de meta, salimos y nuevo giro a la derecha, por la C/ Antonio Hurtado. En estos tramos nos adelanta bastante gente, pero son aquellos que están acabando el diez mil. En la segunda vuelta nos vamos a quedar muy solos, sino al tiempo.
Por la zona antigua, buscando los laterales |
En el kilómetro 9 Carlos se va descolgando, y el paso por la primera vuelta lo hago solo ya. Paso por el kilómetro 11, y me engancho con un grupo de cinco o seis corredores, es un buen grupo en el que espero aguantar el ritmo. Me cruzo con Jorge que va con Francisco, de Trujillo, y no veo bien al compañero. Aunque sé que en la zona del casco antiguo, con tantas subidas y bajadas, me voy a descolgar algo, espero poder recuperar cuando el asfalto se nivele. Voy con ellos hasta la Plaza de España, y en la Gran Vía, en la subida, me dejo caer un poco, hay que reservar. Paso por el arco de la Estrella, y sigo por la zona antigua, a mi ritmo, yo solo, dejándome llevar en las bajadas, no cebándome en las subidas. Termina la zona antigua, subida hasta la Plaza de Toros, kilómetro 14, paso en 1:00:15, este segundo parcial lo hago en 29:52, con estos intervalos, puedo acabar la carrera en menos de 1:31:00. Vamos para adelante.
Salgo a la Avenida Hernán Cortés, y voy buscando el kilómetro 15, que lo hago a muy buen ritmo, pero es en este momento, cuando las fuerzas parecen que me abandonan, estoy totalmente fuera de juego, no sé que me ocurre, me acabo de tomar el gel, y veo que las piernas no responden, que la zancada se acorta. Paso con muy malas sensaciones por San Pedro de Alcántara, bebo agua, y ya lo único que busco es un final decente. El kilómetro 16 lo paso en más de cinco minutos y medio, no lo entiendo todavía. A partir de este kilómetro me obsesiono con mirar el paso en cada millar de metros. Así el diecisiete lo hago en 4:20, ritmo al que vengo haciendo casi toda la carrera, aun cuando se trata de un kilómetro que apunta para arriba.
Llegando a la meta |
Voy por la Avenida Ruta de la Plata, viendo como los corredores que van los primeros van por el carril contrario, ¡que ganas de estar en aquel lado! Kilómetro 18 en 4:25. Ya solo quedan tres mil metros, voy solo, alcanzo a un corredor de azul, le paso y sigo a mi ritmo, parece que me he recuperado, aunque ya después de ese susto no me quiero obcecar en correr más rápido, solo quiero ir a un buen paso que me permita llegar en condiciones. Giro por la Avenida de Alemania. Me voy acercando a alguno que va delante de mí. Paso por el kilómetro 19 en 4:15, muy buen kilómetro. Giro de 180º, la Cruz al fondo, pero aún queda otra calle, otro giro de 180º en la C/ Antonio Hurtado; kilómetro 20 en 4:24, y ya vamos para la zona de meta. Adelanto a un corredor que lleva una camiseta de 47 medias maratones en 47 capitales de provincia, bonito reto. Aquí os dejo el enlace a su blog, www.elreto47.blogspot.com, para que le echéis un vistazo. Y cuando me meto en la zona del Paseo de Cánovas, con menos de cuatrocientos metros para la meta, voy totalmente solo, voy a cruzar en solitario la meta. Ya hace unas carreras que no lo hago. Pico el kilómetro 21 en 4:15, y ya solo quedan los últimos noventa y siete metros. Se acabó la carrera, tiempo final 1:31:53. Quizás un poco más alto de lo que yo esperaba, pero ya no se puede hacer nada.
Tal vez el calor ha sido más del que yo he notado en muchos momentos de la carrera, donde la brisa que daba de cara en algunos tramos refrescaba. Las largas rectas me han matado en algunos momentos. He tenido sensaciones de agobio en algunos intervalos de la carrera, pero al final he completado mi medio maratón número 69. Puesto 115 de los 615 corredores llegados a meta en la distancia de los veintiún kilómetros.
Tras recoger los avituallamientos y la mochila del ropero, que ha funcionado a la perfección, recibo la llamada de Antonio, indicándome que su padre acababa de fallecer. Descanse en paz. Esperar a que lleguen el resto de compañeros del club, con los mejores cronos personales de Rubén y Ana en el Medio Maratón, y el debut de varias chicas como Sandra y Lucía, que hicieron los diez kilómetros.
Un pelín cansao se me nota |
Gran jornada de convivencia con los compañeros del club, con el 5º puesto en la general y 2º de su categoría del gran Jorge Campos, y triunfo en los relevos mixtos de Maricruz y Alberto. También participaron Carlos Tapia, Pedro, Javier, gran guía de Ana, que hicieron el medio maratón, y luego Dalia y Sandra Vicente que completaron los diez kilómetros, además de Josequi y Alvaro, que estuvieron en el relevo masculino.
Próxima prueba en la que participaré será el VII CROSS POPULAR CAMINO DE LA ERMITA DE LA DEHESA en Jaraiz de la Vera, el sábado ocho de abril, así que seguramente cuando se publique esta noticia en el blog, ya habré corrido. Se me acumula el trabajo.
Ya queda poco para participar en el Medio Maratón de Gijón, donde completaré, si todo se da bien, mi septuagésimo medio maratón, sin duda alguna, una importante cifra. Ya iremos viendo hasta entonces como transcurre todo.
Siguiendo con una muestra de la música que me acompaña en mis entrenamientos, que no en mis competiciones, David, aquí os dejo el enlace a un vídeo del cantautor español Nacho Vegas contenido en el disco La Zona Sucia, de su canción TABERNEROS.
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