martes, 27 de septiembre de 2011

CARRERA SAN MIGUEL

Después de la carrera de Peraleda, y con la autoestima por las nubes, con ese tercer puesto logrado, cierto que en una carrera en la que habia a priori poco nivel, seguí entrenando con más ilusión, y es que, se quiera o no, un podio es un podio.
Sábado por la mañana, 13 kilometros en 58:30 y con buenas sensaciones, poco apretar y buen final. Parece que la cosa va bien.
El domingo, prueba de fuego, entrenamiento con Juli hasta la Finca de Torviscoso, ritmo muy alto, al principio lo aguantaba, pero la vuelta se me hizo cuesta arriba, más que por las cuestas por el ritmo que no era capaz de aguantar, pero tener a Julián a mi lado hizo que aguantase lo que yo solo no hubiese sido capaz, de no tener compañía. Al final 21,6 km en 1 hora 36 minutos, a 4’30”, algo increible para mí. La tarde, el día fue muy pesado, muy largo, las piernas cansadas, pero, por otra parte, satisfecho de hacer lo que hice.
Y a los dos días siguientes, sea por ese entrenamiento o por la llamada supercompensación que se consigue con un entrenamiento de estos, hizo que la semana empezara a progresar más y más, lo entrenamientos se hacían ya, sin problemas, por debajo de 4:30, algo que me estaba costando conseguir, y ahora lo hacía sin esfuerzo. 
Así, el domingo siguiente nueva tirada larga; me llamó mi hermano Juan, y fuimos a entrenar, la intención hacer 19 km., pero cuando llevábamos once kilómetros, a mi hermano empezaron a aparecerle los problemas en su talón, los que le llevan por la calle de la amargura, y no le deja entrenar en condiciones, asi que tuvimos que recortar el recorrido, y nos quedamos en dieciesiete mil metros. Así, que yo me fui y completé hasta hacer lo que me faltaba, al final 19,8 km. en 1 hora 33 minutos.
Y la semana que entraba era la que yo me marco de cara a mi debut en una media maratón, esta temporada, y es que siempre, llegado este momento, hago tres jornadas seguidas, de 16 km. como mínimo, cada uno, y los superé; al final sumé 49 km., y con muy buenas sensaciones.
El viernes descanso, y el sábado, por la tarde, la carrera de San Miguel, la de Navalmoral, este año ocho kilómetros, reducción de dos kilometros por no tener problemas con las terrazas de los bares, así que toca apretarse un poco más.
Calentamiento, recorrido de reconocimiento, hablando con unos y otros, publicitando la Media Maratón de Valdehuncar, hay que conseguir ayudas, compromisos, gente que venga. Hasta el día de la Media, estas pruebas son así, aparte de correr, hay que hacer contactos, y se consiguen.
Todos en la línea de salida y antes del pistoletazo de salida, minuto de silencio por la muerte de Rafa Amigo, el sempiterno fotografo, que siempre estaba con su cámara en cualquier acontecimiento, en cualquier carrera, y que hoy, ya no estaba. Sorpresa y estupor por lo sucedido, ya que no sabía nada. Intercambio de palabras con algunos corredores, comentarios sobre la noticia y pistoletazo de salida, todos a correr.
Empiezan las tensiones por colocarse en la carrera. Y de pronto, me veo rodeado por un grupo de siete u ocho chicas, no tengo salida, tengo que estar en el grupo. El circuito se estrecha y no puedo salir. Al final, y llegando a la Iglesia de San Andres, me echo a un lado y consigo pasarlas. Ya estoy un poco más desahogado. Primera vuelta, y cuando ya vamos por la segunda vuelta, me alcanzan tres chicas, otra vez escoltado por ellas. Mi mujer de esta se divorcia, pero ahora son ellas las que se alejan de mí, me dejan, y yo me quedo solo. Así va a ser la carrera. Tercera vuelta, me noto algo más cansado, parece que no voy nada bien.
Pero sigo mi carrera, a mi ritmo, sin mirar el reloj, no me quiero obsesionar, hay que seguir así. Estoy acabando la tercera vuelta, cuando el ganador, Antonio Nuñez, me adelanta, me dobla, yo que no voy nada mal en la clasificación, esto es demasiado. Pero antes de cruzar la cuarta vuelta, el segundo en la carrera, el junior Houssan Benabou, también me pasa, a escasos cincuenta metros de la meta. A mí todavía me queda una vuelta.
Pero claro a mí me doblan, pero yo también acabo doblando a varios corredores. En la última vuelta me adelantan dos corredores, me mantengo a distancia de ellos, pero no los podré pasar, tienen algo más de fuerza que yo, consigo sacar vuelta a otros dos corredores, y llego a la meta. Tiempo final 30’00”, en un recorrido “oficial” de ocho kilómetros, aunque según uno tiene 7,800 km., y otro dice que solo faltan 70 metros. Con lo fácil que sería haber medido el recorrido con una rueda, y sacar a todo el mundo de dudas.
Pero lo mejor está por venir. Tercer tiempo, hablando con unos y con otros, intercambio de opiniones, sensaciones. Entrega de premios, y yo, Faustino García, atleta popular, Veterano “B”, consigo el tercer puesto de mi categoría, por detrás de mi amigo y compañero Julián del Monte y un atleta de Arenas de San Pedro.
Algo increible, algo emocionante, conseguir un trofeo en una carrera en mi pueblo, donde yo nunca pensaba que lo conseguiría, porque el nivel siempre es alto, porque siempre vienen atletas de mucha categoría, pero eso demuestra que el trabajo que yo llevo a cabo tiene sus frutos.
Con estos ánimos consigo cargarme de mucha moral de cara a la Media Maratón de Talavera, donde espero obtener un buen tiempo, ojalá llegara a hacer 1 hora 25 minutos, pero todo lo dirá el asfalto, la carrera, la competición, ya os lo contaré.
Por cierto la foto que pongo con esta entrada ya es actual, es de la carrera, obtenida por mi mujer, que no pudo participar, por estar toda la semana constipada, y fue a ver la carrera a animar y a fotografiar a los corredores.

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