Los cuatro de Navalmaraton en Hoyos del Espino |
Granada fue la última etapa que había realizado casi al final de la temporada. Una temporada que ha sido algo larga, con ritmo algo más lento, y que ha quedado condicionada por las molestias en el piramidal, que desde abril me ha hecho parar más que entrenar.
Poco a poco pude salir a correr un poco, a hacer algunos entrenamientos largos, y con ese botín en el cuerpo, decidí inscribirme a la novena edición del Medio Maratón de la Naturaleza, que tenía lugar en la población abulense de Hoyos del Espino.
Dos características definen esta prueba; por una parte, la altitud, ya que estamos hablando de una carrera a 1.500 metros de altitud, que para los corredores que entrenamos a muchísima menos altitud, se nota; y por otra parte, que era una carrera exigente, por pistas, pero por montaña. Aún así, decían que era más asequible que otras citas de montaña.
Así que, al final, conseguí convencer a mis compañeros Luis y Andrés, y allí nos esperaría Berna. Además, la temperatura, se preveía fresca, lo cual ya era un aliciente, máxime para mí, que el calor me machaca bastante.
El sábado amaneció, y a eso de las ocho, nos encaminamos para la carrera. Tras salvar el Puerto del Pico, con sus curvas, llegamos a Hoyos. La mañana era fresca, aunque con el sol luciendo con intensidad. Recogimos el dorsal y la camiseta que daban al principio, teniendo que esperar bastante tiempo, para una prueba con casi cuatrocientos inscritos, y es que solo había dos personas para atender a todos los corredores. Aún así, recogimos y nos fuimos para el coche a cambiarnos.