domingo, 23 de diciembre de 2018

MEDIO MARATON SEVILLA - LOS PALACIOS


Antes de empezar, con Alberto y Maricruz
Ya se va acabando el año, y con ello, las pruebas de Medio Maratón para participar. Llegará el día 31 de diciembre, correré las San Silvestres de Jaraiz y Talavera, como ya he hecho en alguna ocasión, y comenzaré un año que espero intenso, pues tengo que realizar doce medios maratones, para llegar a realizar, en Navalmoral, el número cien de esta distancia. 
Pero siempre se ha dicho que un grano no hace granero pero ayuda al compañero, y sin correr anteriormente, no se llega a la cifra del centenar. Así, tras Medellín, me embarqué en la aventura de la prueba decana del atletismo popular en Andalucía, el 40º MEDIO MARATON SEVILLA LOS PALACIOS, prueba que une la barriada de Fuente Rey de Dos Hermanas, y la población de los Palacios y Villafranca. También se habían inscrito Alberto y Maricruz. 
Para correr esta carrera, marché el sábado por la mañana, con dirección a la ciudad de llegada. Y en un viaje plácido, llegué bien, acompañado de mi hijo Adrián. Tras recoger los dorsales, y las bolsas, fui viendo la zona de llegada, donde aparcar el vehículo para el día siguiente. 
Tras esto, nos marchamos al hotel, que yo consideraba cerca de la línea de salida, pero no esperaba tanto, estaba como a cien metros de la zona de salida. Más cerca imposible, así sabía que cualquier urgencia la tendría resuelta al estar tan cerca. Además, si a esto se une que la carrera comenzaba a la once de la mañana, se preveía una noche tranquila, cómoda, para descansar a gusto, sin tener que mirar el reloj. 

lunes, 10 de diciembre de 2018

X MEDIO MARATON CONDADO DE MEDELLIN

Bajo la estatua de Hernán Cortés
Tras el Medio Maratón de Navalmoral, tras decidir no participar en Jarandilla, debido al cansancio acumulado con muchas historias, buceé en internet buscando una prueba de Medio Maratón que realizar el día 2 de diciembre, y al final encontré una relativamente cerca, concretamente en Medellín, localidad natal del conquistador extremeño Hernán Cortés, cerca de Don Benito, donde tenía lugar el décimo MEDIO MARATON CONDADO DE MEDELLIN.
Estuve dudando durante varios días si participaba o no, dado que tenía entendido no era una carrera fácil, porque tenía algunas subidas, y es que entre las cuestas y yo no existe lo que se dice una buena relación. Pero tras una conversación con el amigo Alberto Masa, éste me contó un poco como era el recorrido, y al final me “convenció”. 
Y así, mientras casi todos mis compañeros se fueron a Valencia a enfrentarse con la distancia reina, la del Maratón, yo, solo, cogí mi vehículo, y en una mañana neblinosa, me marché para la localidad pacense. 
Tras una hora y cuarto de plácido viaje, llegué a Medellín. La mañana lucía soleada, aunque fresca. Tras aparcar muy cerca, me acerqué a por el dorsal, y a saludar a alguno de los pocos corredores que nos congregamos en la Plaza del pueblo, lugar de salida y meta, bajo la atenta mirada del busto de Hernán Cortés. Allí coincidí con Seddi Warrak, quien fue segundo en Navalmoral, con el que tuve una más que agradable conversación, demostrando ser un tío cercano, sencillo. 
Se iba acercando la hora de salida, y marché para el coche para ponerme “guapo” para la carrera. Decidí enfundarme la camiseta naranja y negra que me regalaron mis compañeros del Club, en la cena fin de temporada, como reconocimiento a mi labor en el Medio maratón de Navalmoral. Había que exhibir la misma, como agradecimiento. Completé la indumentaria con manguitos y guantes. 
Tras tomar el plátano y el zumo de rigor, un poco de calentamiento, último paso por el servicio, y a colocarnos en la salida. Tan solo había una chica, y no llegábamos a los cien corredores en la línea de salida. Con algún minuto de retraso, motivado por la celebración de carreras para menores, disputadas antes de nuestra prueba, al fin se dio el bocinazo de salida, y todos a correr. Los primeros novecientos metros eran por asfalto, y decidí salir con el freno de mano algo echado, debido a todo lo que esperaba. Aún así, cuando entramos por el camino de tierra, que estaba bastante bien, el primer kilómetro lo hago en 4:13. Poco a poco nos vamos colocando los corredores, en línea, en fila india, distanciándonos metro a metro. Vamos paralelos a la carretera, por el camino, y tras dos curvas, llegamos a la zona de la charca natural, donde hay gente pescando. Aquí toca bordearla , para volver por el mismo camino por el que entramos. Dejamos atrás el kilómetro 2, y me adelanta un chaval con un mono de triatlón, que lleva impreso el nombre de JUAN. Voy dando la vuelta a la balsa de agua, paso el tercer kilómetro, y salimos tras completar todo el perímetro. Y ya está el cuarto kilometro, he decidido levantar un poco el pie. 

jueves, 29 de noviembre de 2018

X MEDIO MARATON DE NAVALMORAL

A poco de salir
Hay dos tipos de familia. La que uno tiene, como consecuencia del parentesco, que, se quiera o no, es impuesta; y luego está aquella que uno elige. Y en este caso, he de decir que respecto de la que decidí elegir en su día, no puedo estar más orgulloso que de la del C.D. Navalmaraton. Un grupo de personas, de amigos, que nos une una pasión, el atletismo, y que compartimos bastantes horas de nuestro tiempo libre, y que, como este fin de semana pasado, han sido casi todas las horas del día, con un objetivo, sacar adelante la décima edición del MEDIO MARATON DE NAVALMORAL DE LA MATA, ahora dedicado a uno de los grandes impulsores del club, ya fallecido, Valeriano Lombardía. 
Esta es una prueba en la que durante varios años, concretamente desde el año 2011 hasta el año 2016, estuve al frente de la organización, trabajando, dirigiendo, desvelándome porque todo saliera adelante, sin poder, lógicamente, participar, hasta que en la pasada edición, decidí dar un paso al lado, y ahora nuevos miembros del club, tanto o más válidos que yo, han cogido las riendas, pero yo sigo ahí, apoyando, trabajando, para que el resultado sea lo más satisfactorio posible. 
Y por segundo año, me apresté a participar, a correr esta carrera, para mí la más especial de todas cuantas puedo correr cada temporada. Las habrá más multitudinarias, con mejores circuitos, mejor organizadas, pero como esta, la que conozco desde el interior, la que sé cuánto cuesta que salga adelante, eso no tiene precio. Solo la emoción de cruzar la meta, justifica cualquier esfuerzo, que te vayas agotado a la cama la noche anterior, que madrugues un domingo, cuando aún el sol no luce, para dirigirte al Pabellón, centro neurálgico de la carrera, donde se vivirán tres horas frenéticas de carreras, de idas y venidas, de llamadas, de ultimar detalles, para que todo esté preparado. Y llega ese momento, diez minutos antes de la salida, cuando te estás cambiando, para salir a correr.
Pasando por el kilómetro 4
Pues sí. Agotado me fui el sábado por la noche a la cama, pensando si no era una locura correr el domingo, y con esas dudas, con el cansancio, con el estrés, me intenté dormir. No había sonado el reloj por la mañana, y ya estaba despierto. Paso por la ducha, desayuno, y al Pabellón, a empezar a rematar aquellos aspectos que se me habían encomendado. Así, ver cómo estaba todo lo relativo a las inscripciones, recibir al speaker, el gran Teo Clemente, ponerle al día de todos los detalles sobre su función, corredores, dorsales, casas colaboradoras. Luego llegaron los encargados del montaje de la zona de meta, y podio, y, por último, los cronometradores, y entre ida y venida, saludos con unos y otros, intercambios de palabras, y a seguir con la tarea. La mañana, que auguraba agua, se levantó con aire bastante fuerte, pero alejaba la temida lluvia, al menos por ahora. 
Este año, con cambio de fecha, volvíamos al circuito que pasa por la localidad de Millanes, es decir, algo exigente, en su segundo tercio, pero el más valorado por los participantes que han pasado por nuestra carrera. También ha sido el año con una participación más baja en la distancia del Medio Maratón, aunque ha crecido la del diez mil. Demasiadas carreras, en un calendario saturado, hace que los atletas populares diversifiquen sus destinos. Cuando vayan desapareciendo algunas, que lo harán, quedarán las mejores, y nosotros esperamos seguir estando. 

jueves, 1 de noviembre de 2018

XIII MEDIO MARATON RIBEROS DEL TAJO

Al llegar a Malpartida de Plasencia
Con las malas sensaciones que me quedaron tras el anterior domingo en Don Benito, la semana transcurrió con muchas dudas, no sabía si inscribirme para el Medio Maratón Riberos del Tajo, o, quizás, no hacerlo, y dejar que las secuelas mentales desaparecieran; navegando entre los temores a volver a fallar, finalmente tras dos entrenamientos, más o menos decentes, decidí inscribirme; apenas quedaban veinticuatro horas para cerrar el plazo. 
Y el domingo, que se presentaba con una bajada importante de temperaturas, y con bastante aire, añadido al cambio de hora, estaba a la vuelta de la esquina. No sabía en qué plan iba a hacer la carrera, si en plan competición, si como un entrenamiento, todo eran vacilaciones, y cada hora que se acercaba la prueba, más incertidumbre aparecía. 
Y el domingo, con una hora más de sueño, por el cambio horario, amaneció, fresco, bastante, soleado, y me eché a la calle con la mochila cargada de elementos para combatir el frío, guantes, manguitos, camiseta de manga corta, y me dirigí al lugar de encuentro del club, la fuente del Poblado, donde nos juntamos una decena de corredores, que más los que luego nos esperaban en Malpartida de Plasencia, pasaríamos de la docena. Buen número sin duda. 
La mañana se presentó desapacible en el lugar de salida, con mucho aire, y con bastante más sensación de frío que en Navalmoral. Con todo fuimos a recoger el dorsal, y la bolsa que nos daban, con camiseta, calcetines y una toalla enfriadora, elemento éste, sin duda, muy novedoso. Tras tomar el café de rigor, aquellos que lo hacen, porque yo nunca lo tomo, siempre voy pertrechado de mi zumo y mi plátano que consumo unos treinta minutos antes de comenzar la carrera, y desearle suerte a Carlos Tapia, que se enfrentaba con un medio maratón, pero de patines, que se celebraba de forma paralela, saliendo quince minutos antes que nosotros, nos fuimos para el pabellón, para cambiarnos, y prepararnos para la batalla. 

viernes, 26 de octubre de 2018

XVIII MEDIO MARATON VIRGEN DE LAS CRUCES

Antes de empezar la carrera

Han pasado ya días, y aún resuenan en mi mente los efectos de una carrera, de una prueba, que me ganó casi desde la salida, y a la que no encontré, en ningún momento, una sensación medianamente positiva. Fue una jornada difícil de digerir, pero de la que he de intentar sacar, al menos, una enseñanza, una lección, aunque sea pequeña, para futuras carreras. 
Y es que la idea que yo tenía de lo que debía significar para mí el XVIII Medio Maratón Virgen de las Cruces, que se disputaba en la localidad de Don Benito (Badajoz), prueba a la que no acudía desde hacía nueve años, fue completamente contraria a lo que al final resultó. En aquella edición tampoco se me dio bien, y hoy ocurrió lo mismo. 
Esta carrera la metí en mi lista de eventos a disputar antes de finalizar el año, buscando acercarme lo máximo número cien en los medios maratones disputados, con vistas a coincidir con el XI Medio Maratón de Navalmoral de la Mata, que se disputará el año que viene. Aun queda un tramo. 
Esperé a pasar el Medio Maratón de Talavera, con su aminoración de la distancia recorrida, a ver las sensaciones con las que salía, y a pesar de no ser las mejores, mi tozudez me hace buscar mejores sensaciones enseguida, y con esa idea iba. Craso error. Pero bueno, vamos a empezar a hablar de la propia carrera en sí. 
Con una jornada anterior, la del sábado, que en la tarde noche dejó bastante agua en nuestra zona, y también por la zona de la carrera, amaneció un domingo nublado, pero con muy buena temperatura, quizás algo alta, que hacía aparecer la temida humedad, en un recorrido que no es fácil ya de por sí, con la subida a la Ermita de las Cruces, por caminos de tierra, y un trazado nuevo desde la edición pasada, que resultó complicado y exigente. Y hasta la ciudad pacense nos acercamos Javier, Carlos Tapia y el que esto escribe, juntándonos allí con Maricruz y Alberto. Cinco representantes del club en Don Benito. 

jueves, 18 de octubre de 2018

XXXII MEDIO MARATON DE TALAVERA DE LA REINA

La imagen puede contener: 10 personas, incluidos Álvaro Rguez, Carlos Tapia, Ana Ruiz, Faustino Garcia Chaves y Antonio Serradilla, personas sonriendo, personas de pie y exterior
Con los compañeros del Club

El domingo di comienzo a mi particular temporada de Medios Maratones, y acudí, como en otras tantas ocasiones, a Talavera de la Reina, en la provincia de Toledo, para disputar su prueba, que en esta ocasión celebraba su trigésimo segunda edición, pero la verdad es que para llevar tantos años, la de este año, ha sido, con diferencia, la peor prueba de Medio Maratón en la que yo haya participado en mis casi veinte años de corredor aficionado. 
Pero vamos a ir por partes, y así todo va transcurriendo en su modo lógico. Con la amenaza previa, que se daba en la televisión, los días anteriores, sobre el huracán Leslie, que iba a entrar por la península, e iba a dificultar la jornada dominical, afrontábamos con incertidumbre lo que podría devenir. Al final, en nuestra zona, mucho ruido, pocas nueces, pero, eso sí, dejó una mañana desapacible, con aire, a veces viento, y bajada importante de temperaturas. 
Después de dar algunos compañeros buena cuenta del desayuno en el bar donde quedamos, la expedición del Club Navalmaraton, con una docena de sus miembros (y miembras) marchamos a la ciudad de la cerámica, para afrontar esta carrera, once íbamos a enfrentarnos al Medio Maratón, y una, Ana, a la carrera de diez kilómetros. 

jueves, 26 de abril de 2018

X MEDIO MARATON DE CORIA

Con Andrés, antes de empezar

Tras alcanzar el número ochenta, ahora viene seguir avanzando buscando la mítica cifra del centenar de pruebas de medio maratón. Y una nueva muesca la quería alcanzar en la décima edición del Medio Maratón de Coria, que se celebró el pasado sábado día 21 de abril, en la localidad cauriense. 
Esta prueba se celebra en esta ocasión, nuevamente, en sábado por la tarde, como ya ocurriera en sus primeros años, aunque siguen manteniendo su celebración en el mismo fin de semana del Maratón de Madrid, lo que, lógicamente, incide en su participación, que es más bien baja. 
En esta edición se cambió la zona de llegada y meta, llevándola de la original, en la Avenida Alfonso VII, cerca del Pabellón, a la Plaza de la Paz, más céntrica, quizás. Pero lo que no variaba, lo que hace distinta a esta prueba es la subida del Cubo, cuesta empedrada de apenas trescientos metros que, situada en el último kilómetro, termina por destrozar a todo corredor. 
Muchas dudas me asaltaban ante este evento, y es que los días anteriores, cuando salí, por la tarde a la misma hora en que iba a tener lugar la carrera, el calor hizo acto de presencia y me quedó bastante descolocado. El calor, para mí, es como una losa, que poco a poco, me va ganando psicológicamente, hasta que me hace parar, y aunque luego retomo el paso, lo cierto es que me hace llegar a casa con unas sensaciones muy muy negativas. 
El día empezó de forma intensa para mí, y es que a las ocho de la mañana estaba camino de Cáceres, para acompañar a los integrantes de la Escuela de Natación Piscis, club del que soy Presidente, que iban a tomar parte en una nueva jornada de la Liga de Natación de la Federación Extremeña. Y la mañana se vestía de agua, mucha lluvia en el viaje, y en toda la matinal en la capital provincial. Tras terminar la competición, cerca de la una y media, vuelta a casa, para comer y descansar un poco, antes de emprender, a las cuatro y media, el viaje a la capital del Alagón. El agua nos seguía acompañando. 

viernes, 13 de abril de 2018

XII MEDIO MARATON DE CACERES

C.D. NAVALMARATON EN CÁCERES

Hasta cuatro días antes, no pude decidir si iba a participar o no en la duodécima edición del Medio Maratón de Cáceres, que iba a suponer mi número 80. Y es que a estas alturas de temporada parezco el pupas. Tras Jaraiz, empecé con molestias en el piramidal, que algún día me hicieron quedarme en casa; después, unas inoportunas ampollas, por estar probando nuevas plantillas, me pararon otros cuatro días, y, para rematar, los primeros días de calor me cayeron como una losa, y me hicieron hacer unos entrenamientos, los últimos dos días, deprimentes. Aún así, y con estas condiciones, decidí inscribirme.
En esta ocasión, Cáceres presentaba nuevo circuito a una sola vuelta, sacando la carrera a zonas alejadas del centro de la ciudad, y llevándonos por el Parque del Príncipe. Para aquellos que no conocemos de la ciudad cacereña, más allá del centro, era una incógnita qué iba a suponer este circuito, y el domingo se desvelarían todas las dudas. Cambiaban, igualmente, la zona de meta, llevándola de Cánovas al Parque del Rodeo.
Al final, entre unas cosas y otras, una docena de atletas del club Navalmaraton, nos aprestamos a ir a la capital provincial, a una carrera, que era especial para mí, por el número que suponía para mi currículo. Los días de calor del jueves y viernes, pasaron a una mañana fresca, ideal para mí, aunque con algo de aire, que se dejó notar en algunos tramos.
Tras llegar a recoger los dorsales, en la mesa dispuesta en el interior del Parque de Cánovas, siempre escasa de personal, y con algunas lagunas importantes, recogimos la bolsa que nos regalaban, que llevaba una camiseta, negra, llena de publicidad, y un pañuelo-braga, de una entidad bancaria. Y se acabó.

jueves, 29 de marzo de 2018

VIII CROSS CAMINO DE LA ERMITA DE LA DEHESA

Lanchacabrera y Navalmaraton
Tras el bajón por el resultado, inesperado, del Medio Maratón de Badajoz, y debido al cansancio que arrastraba, bien fuera físico, bien fuera mental, lo cierto es que decidí “obsequiarme” cinco días de descanso.
Y así estuve, sin correr, sin entrenar, hasta el sábado, que participé en la octava edición del CROSS POPULAR DEL CAMINO DE LA ERMITA DE LA DEHESA, que organizan los amigos, y mejores personas, del C.D. Lanchacabrera, de Jaraiz de la Vera.
Dada la gran amistad que me une con ellos, es una prueba fija en mi calendario anual, y solo he faltado en momentos puntuales. Y este año, iba a acudir nuevamente.
Pero la mañana invitaba a cualquier cosa menos ir a correr, y es que un viento, bastante fuerte, hacía que la jornada fuera desapacible, aún cuando el sol estaba en lo alto. Y si a esto unimos que la noche anterior había caído bastante cantidad de agua, el circuito iba a estar para pocas florituras, y es que el paso por la Finca Valdepasil iba a estar bastante difícil.
Este año, además, esta prueba contaba con el aliciente, uno más, de que nuestro amigo y compañero ANTONIO SERRADILLA, era nombrado el padrino de la prueba, sin duda alguna, un gran reconocimiento para una persona que vive por y para el atletismo popular, y solo deja amigos allí donde va.
Así que nos fuimos el Sr. Serradilla y yo para la población verata, acompañado de su hija, Natalia, fiel seguidora. Allí nos estaba esperando Antonio Pintado, que tras un período de inactividad por lesión, se volvía a enfundar la camiseta roja. Una gran noticia.
También nos estaba esperando el local Rubén, quien iba a correr, los últimos kilómetros, con su perra Daisy, y es que Rubén es un gran aficionado de las carreras de canicross, modalidad deportiva de atleta y perro.

domingo, 25 de marzo de 2018

IV MEDIO MARATON DE BADAJOZ

Todos los del club (menos Sergio), antes de salir
Las ganas pueden ser muchas, la ilusión también ser la máxima, que cuando la realidad te demuestra su cara, justo en ese momento debes aceptar que no es posible lograr siempre lo que se quiere. Así lo viví yo en Badajoz, el pasado domingo.

El día 18 de marzo, participé en la cuarta edición del Medio Maratón de Badajoz, incluido dentro de la prueba del Maratón Popular de la ciudad pacense, que ya celebraba su 26ª edición. Esta prueba nació como consecuencia de que muchos corredores nos hemos inscrito al Maratón, y, después, nos hemos retirado al paso por el Medio Maratón, por lo que al calor de la creciente afición a la participación en las carreras populares, desde la organización se decidió, con buen criterio, instituir esta prueba, por cuanto el recorrido de la prueba reina, es a dos vueltas. 
Y así, el domingo, a eso de las cinco y media de la mañana sonaba el reloj, para decir que era el momento de levantarse, para marchar hacia la capital pacense, porque las carreras tenían su comienzo previsto para las nueve y nueve y cuarto de la mañana, primero el maratón, después el medio maratón. Y como no solo yo soy el loco, hasta trece corredores del club nos dirigimos a Badajoz, en una mañana fresca, algo nublada, pero que, según las predicciones meteorológicas, no iba a obsequiarnos con la lluvia, como así habían sido varios días de la semana pretérita. 
Y en esta semana previa observé, noté, que no estaba fino, que las piernas no respondían con la misma frescura que anteriores jornadas, no corría redondo, había que pelear para buscar un ritmo adecuado, cuando éste antes fluía solo. No tenía las mejores perspectivas para la carrera, y eso que mi intención era pelear por conseguir un buen crono. 
Una vez llegamos a Badajoz, allí nos esperaba el amigo Javier con todos los dorsales, y tras tomar un café, unos, otros como yo, mi ritual de zumo y plátano, nos fuimos yendo para el colegio que hacía las veces de guardarropa y vestuarios, donde nos empezamos a poner guapos para la carrera. 
Se iban acercando las aguas del reloj a esa combinación que marcaba las nueve en punto, hora de comienzo del maratón, para que el que estaban inscritos cuatro de nuestros compañeros, el incombustible Antonio Serradilla, David, que venía de haber hecho el maratón de Sevilla tres semanas antes, Josequi, con su segunda aventura en la distancia, cerrando Carlos Tapia, el más valiente de todos, ya que era el que estaba menos entrenado de todos.

viernes, 9 de marzo de 2018

XII MEDIO MARATON DE MERIDA (CON MI HERMANO AGUSTIN)

En el Juan Porro

El pasado domingo, día 4 de marzo, volví a acudir, un año más, y ya van ocho, al Medio Maratón de Mérida, quizás la prueba más espectacular que se celebra en Extremadura, por el impresionante recorrido que tiene, pasando por casi todos los monumentos de la antigua Emérita Augusta, que fuera la capital de la Lusitania romana, y una de las grandes ciudades del Imperio Romano. En este año se celebraba la decimo segunda edición.
Pues bien, la semana no empezó bien, ya que el martes arranqué con problemas gastrointestinales, que me tuvieron postrado ese día, aunque, afortunadamente, el miércoles ya me encontraba mejor y pude entrenar, a pesar de tener que luchar con el agua, con el aire. A esto había que sumar la más que probable certeza que decían los partes meteorológicos, y que anunciaban intensas lluvias para esa matinal dominical.
Pero según avanzaba la semana, sin embargo, el domingo presentaba un oasis en la mañana, lo que nos iba a facilitar el poder correr, y así quince corredores del club nos presentamos en la capital autonómica, para formar parte de un pelotón de mil quinientos corredores.
En esta ocasión, el planteamiento iba a ser el de acompañar a mi hermano Agustín, algo falto de entrenamientos, por su exigente jornada laboral. Así que, tras el esfuerzo de Montijo, tras el que me tomé unos días de descanso, era un plan ideal.

sábado, 24 de febrero de 2018

III MEDIO MARATON DE MONTIJO

Navalmaraton, preparados para la batalla
Montijo, localidad pacense, de unos quince mil habitantes, fue el nuevo destino elegido por mí, junto con algunos compañeros del club, para participar en un nuevo Medio Maratón, en su tercera edición. Tras las pruebas disputadas este año, en Sevilla y Plasencia, me aprestaba a correr en una prueba en la que se ponía en liza el campeonato de Extremadura de la distancia, lo que anunciaba un interesante cartel, que luego, a la larga, se quedó corto, porque de los anunciados, más de uno, y de dos, no se presentaron. 
Los últimos días, aunque los entrenamientos seguían dando buenos resultados, notaba que acababa más cansado que anteriormente, y las piernas algo cargadas, por lo que la idea era hacer la carrera a un ritmo sostenido, que no fuera muy exigente. 
Dada la temprana hora de comienzo, las diez de la mañana, y la distancia que había hasta la población montijana, aún no había amanecido, cuando ya estábamos saliendo de Navalmoral, en un viaje que se hizo plácido. Como siempre que vamos hacia esta zona de la región a correr, parada en el Juan Porro, que parece ya un alto obligatorio. Allí nos juntamos los seis miembros del club que íbamos a participar en esta carrera, Carlos Tapia, Jorge, Antonio, Daniel, Javier y yo. La mañana, algo fresca, no presentaba apenas aire, por lo que se perfilaba una jornada ideal para correr. 
Llegamos a Montijo, y el aire que se preveía en días anteriores, no hizo acto de presencia, lo que reafirmaba los primeros presagios, positivos, de la gran mañana que íbamos a tener. 
Tras recoger los dorsales, ya fuimos a ponernos “guapos” para la faena, dentro del Pabellón de la población, al lado de la zona de salida, una gran Avenida, llamada del Progreso. Últimos acicalamientos, untes de ungüentos y pasada por el servicio, antes de irnos a la zona de salida. 
Ya estábamos en la zona de salida los más de 350 atletas inscritos para las dos disciplinas que se ponían en juego, la propia distancia de Medio Maratón, y una carrera de relevos, dividida en tres postas. Y se dio la salida. Una gran avenida, ancha, y un número no muy grande de corredores, permitió un arranque cómodo, sin apenas obstáculos. Tras los primeros doscientos metros, giro a la izquierda, abandonando el pueblo, yendo por el camino vecinal que nos va a llevar a la entidad local menor de Barbaño. En apenas cuatrocientos metros he pasado a Antonio Serradilla. Tras adelantarle, observo un cartel kilométrico que está dado la vuelta, y al girar la vista, veo que pone Km. 15, eso quiere decir que cuando lleguemos a este punto, nos quedarán seis kilómetros para la meta, y tendrán que ser por el interior de Montijo. Ya veremos. 

viernes, 16 de febrero de 2018

VI MEDIO MARATON DE PLASENCIA

Parte del grupo, antes de irnos para la salida

El viernes 26 de enero, recibí un mensaje de mi amigo Alfonso Martínez, de los Atletas Populares de Plasencia, organizadores del VI MEDIO MARATON DE PLASENCIA, preguntándome si me interesaría ser liebre de la hora y cuarenta minutos, en la carrera, que iba a celebrarse el domingo día 4 de febrero. Y enseguida dije que sí. Nunca lo había hecho, y era una nueva experiencia en esto del atletismo popular. 
Pero, después de decir que sí, ya por la tarde, me vinieron las primeras dudas, ¿sabría hacerlo bien?, ¿cuál sería el ritmo adecuado teniendo en cuenta el perfil de la carrera? Y así, empecé a preguntar a Alberto Masa, quien lo había hecho el año pasado, y que este año iba a llevar el globo de la hora y treinta minutos. Me pasó la tabla de tiempos de la pasada edición; me dijo, como yo pensaba, que había que ir un poco más rápido del ritmo medio hasta el kilómetro 17, ya que luego los últimos cuatro iban a ser más lentos, por las subidas y giros que había que hacer. 
Y en medio, ese domingo, el Medio Maratón de Sevilla, que tan bien acabé, y con una gran marca, como así recojo en la crónica que precede a ésta. 
Y con algún entrenamiento intentando marcar el ritmo, que me costaba, llegó el día de la carrera. Día frío en Navalmoral, con aire, y con predicciones de más fuerte en la ciudad del Jerte. Y tras recoger a Javier, nos fuimos para Plasencia Antonio, Javier y yo. Llegamos, y tras aparcar, nos fuimos a por los dorsales, liturgia habitual de toda carrera. Y allí nos dimos cuenta que no habían cerrado las ventanas, porque hacía muchísimo aire, e iba a ser el protagonista de la carrera. 
Tras tomar el café de turno, y realizar la foto de grupo, y es que vamos a participar una docena de miembros (y miembras) del club, a pesar de las bajas de última hora, por lesión, de Agustín y Lucía, a los que deseo una pronta recuperación, nos vamos para la zona de la carrera, donde me está esperando Alfonso para darme la camiseta de la carrera, con la que haré la prueba, y tras cambiarme, con guantes y braga para el cuello, porque la cosa estaba fresca, marcho a ponerme la mochila-bandera que llevaré durante la carrera. Ya me dicen los compañeros de los otros límites horarios que al ser el más alto, voy a tener más problemas con las ramas de los árboles y arcos que tenemos que pasar, por lo que tendré que ir atento. 

sábado, 3 de febrero de 2018

XXIII MEDIO MARATON DE SEVILLA

En la Feria del Corredor
Cuando en el año 2016, a mediados, comencé de nuevo a entrenar tras estar seis meses parado, nunca pensé, ni en mis mejores pensamientos, que iba a conseguir alcanzar el nivel que tenía antes de sufrir el importante percance que podría haber marcado un antes y un después en mi desarrollo deportivo. Pero, tras un gran final de año, con unos entrenamientos que cada día me mostraban más fuerte, con unas competiciones en las que me desenvolví muy bien, me enfrenté a la primera prueba de medio maratón del año 2018, en la ciudad de Sevilla, lugar del que guardo un gratísimo recuerdo, porque en ella conseguí mi mejor marca, para mí ya inalcanzable, en el maratón, aunque también hay que decir que en 2015 disputé la que, seguramente, sea la última prueba de maratón que realizaré en mi vida, porque acabé derrotado.
Mi intención era comenzar el año disputando el Medio Maratón de Los Barruecos, en Malpartida de Cáceres, mi pueblo materno, pero las inscripciones se acabaron muy pronto, y no se quiso aumentar el cupo, lo que supuso una gran decepción para mí, y para algunos compañeros de mi club. Ya con esta situación, solo quedaba pelear por hacer una gran carrera en la ciudad hispalense.
Y así, entre el viernes y el sábado, uno tras otro, fuimos llegando los compañeros del club, hasta un total de diecisiete, a la capital andaluza, en una jornada que lucía sol, pero era bastante fresca. Para el domingo daban fuerte viento.
Antes de llegar al hotel, paré en la Feria del Corredor, situada en los bajos del Estadio de La Cartuja. Me hice una foto en el podio que tenían allí, y se acercó el speaker, realizándome una entrevista. Tras recoger el dorsal, y llegar al hotel, paseo por la turística ciudad, y encuentro con varios compañeros, con los que acabamos compartiendo cervezas, conversación y cena, y tras esto, a dormir, porque la carrera estaba anunciada para las nueve de la mañana, una hora muy temprana, para tratarse de una prueba de veintiún kilómetros, que iba a hacer que hubiera poco ambiente en las calles, como así ocurrió. Quizás una hora más tarde, solo sesenta minutos más, haría que fuese una prueba mucho más atractiva.

martes, 16 de enero de 2018

SAN SILVESTRES 2017

El último fin de semana del año 2017, era fin de semana de San silvestres por toda España, y si el año anterior, participé en dos pruebas el mismo día, en esta ocasión, al ser el día 31 de diciembre domingo, se convocaron pruebas tanto el sábado como el domingo, y así el sábado, por la tarde, participé en la IX edición de la San Silvestre de Jaraiz, y el domingo por la mañana en la XXXV San Silvestre de Talavera de la Reina, en ambas con resultados muy satisfactorios, que vienen a corroborar un, para mí, fantástico final de año.


Pero voy a pasar relatar ambas pruebas de forma separada.

IX SAN SILVESTRE DE JARAIZ DE LA VERA
Con los amigos del C.D. LANCHACABRERA
Era ya la novena edición de esta prueba, a la que tengo gran aprecio, y volví, un año más a participar, y ya van, con ésta, un total de cuatro ocasiones. Dada la fatalidad ocurrida días antes, me vi participando en solitario, como miembro del Club, en esta carrera. Y hasta allí me encaminé con mi señora.
Llegamos a la Plaza Mayor, centro neurálgico de la prueba, cuando estaban empezando a montar todos los elementos necesarios, y allí estaba la mesa de inscripciones esperándome. Tras los primeros saludos, abrazos y demás, con los amigos de Lanchacabrera, fui a incluirme en la relación de inscritos, dándome el dorsal número 69, que coincide con mi año de nacimiento.
Después, tras seguir saludando a la gente, muchos amigos que he hecho en este deporte, donde el compañerismo y la amistad son monedas de cambio, me fui a poner el traje de “faena”. En esta ocasión opté por la republicana, la camiseta claro, la anterior a la que ahora llevamos.
En solitario, transitando por la segunda vuelta
La tarde no era muy fría, así que con mangas cortas, y sin guantes, hice los primeros rodajes de calentamiento, viendo que la pierna izquierda me permitía moverme con facilidad. Poco a poco nos vamos acercando los casi ochenta corredores que vamos a tomar parte en la prueba grande a la línea de salida. Allí están los favoritos, lógicamente, colocados al frente del pelotón, esperando que se dé la salida.
Y se da el bocinazo de salida, y todos a correr. Giro a la izquierda, bajando por la calle Herreros; no he salido mal. Los primeros ya van cogiendo posiciones. Dos giros de noventa grados, a izquierda el primero, a derecha el segundo, en apenas cincuenta metros, para encarar la zona más llana del recorrido, que nos va a llevar a la Av. Doctor Fleming. Aquí voy junto a Marcial, y nos alcanza en este momento Mercedes Pila, quien viene bastante agitada. Nos vamos los tres juntos durante un tramo, hasta que comienza el tramo de subidas, cortas, pero exigentes, que nos llevará a la zona de unifamiliares, para, una vez saliendo de ellas, nos enfrentamos a la entrada del Cuco, pequeño callejón, con arco, que nos devuelve al interior del pueblo, a través de la calle Rincón, y de ahí, la larga subida, empedrada, que nos llevará hasta la Iglesia, donde a su altura, giraremos a la derecha, por la calle Herradores, y nos guiará la Plaza Mayor, teniendo que dar otras dos vueltas más.