domingo, 24 de diciembre de 2017

XIX CARRERA DE NAVIDAD DE ALMARAZ

Con el equipo antes de la salida

Allá por el año 1999, cuando acababa de debutar en Medio Maratón, el de Navalmoral – Central Nuclear de Almaraz, y prácticamente era mi primera carrera “seria”, el día de Nochebuena, ya por la tarde, tomé parte en una carrera que se organizaba en Almaraz, por primera vez, llamada Carrera de Navidad. Desde entonces, han pasado ya dieciocho años, y este año tenía lugar la decimonovena edición de dicha carrera, sobre un circuito nuevo, que se puso en liza el año pasado, que ronda los ocho kilómetros, y en esta ocasión me inscribí. Esta era la novena vez que la iba a hacer, habiendo participado en la última ocasión allá por el año 2012.

Y hasta allí, hasta la vecina localidad almaraceña, nos dirigimos hasta dieciocho corredores del C.D. Navalmaraton, para tomar parte en la misma. La mañana era fresca, pero soleada. Y tras llegar, ya vimos que la lucha por el primer puesto iba a ser cosa de los hermanos Nuñez y de Mario Mirabel; un gran nivel, sin duda alguna. 
Con mi hermano Agustín
Tras haber participado en el Medio Maratón de Navalmoral, el domingo anterior, y con una fuerza moral importante, salí a entrenar un par de días en esta semana, porque aunque hubiese querido salir más, lo cierto es que la pierna izquierda me volvía a dar guerra, molestándome en exceso el tobillo. Así que decidí guardar, todo por poder correr esta prueba, que me hacía ilusión.
Se celebraron carreras para niños, y así, llegando a las doce del mediodía, iba a dar comienzo la carrera absoluta donde unos ochenta corredores nos habíamos citado para tomar parte en la misma, venidos muchos de Navalmoral, además de Jaraiz, Malpartida de Plasencia, y otros pueblos de alrededor.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

IX MEDIO MARATON DE NAVALMORAL

El sábado por la tarde
Hablar, comentar, narrar, mi participación en el IX MEDIO MARATON DE NAVALMORAL DE LA MATA, no es fácil. Para mí es una prueba especial, quizás la más especial que yo haya podido correr hasta el momento, desde que allá por el año 1999 comencé en esta andadura por el mundo de atletismo popular, hoy mal llamado running.
Y es que desde que el club confió en mí, allá por el año 2011, para llevar las riendas de la organización de este evento, siempre rodeado de gente con mucha ilusión, no había podido correrla.
Tengo que acordarme, en estos momentos, de mi gran amigo Julián, quien me acompañó en casi todos los años que he estado yo, para mí un gran artífice de lo que hoy es esta prueba. Juli aportaba la decisión, la valentía; yo, la mesura, disimulada de pesimismo. Creo que hicimos un buen tándem. Ahora toca pasar el testigo, a otros compañeros, para que la carrera siga mejorando, para pulir los fallos que siempre habrá, porque nunca será perfecta, porque si no sería muy aburrido; se necesitan incorporar nuevas ideas.
Había visto demasiadas veces los toros desde la barrera, y esas ganas de zapatear por mi pueblo eran cada vez mayores. Y había llegado el momento.
Este año, tras un cambio, necesario, en la directiva del club, decidí echarme a un lado, sin dejar de ayudar, y con ello, se abría la posibilidad de correr, de participar, de vestirme la camiseta del club, y correr. Además, en este momento me presentaba con bastante moral, tras los últimos resultados, tras los últimos registros cosechados en carreras anteriores.
Pero yendo al propio evento, decir que desde el mismo lugar que años anteriores, desde la misma persona (o personaje), se lanzó la crítica rutinaria que hace cada edición, cada vez que comenzamos a organizar la carrera, siempre buscando hacer daño, desprestigiar el evento,  pero, año tras año, edición tras edición, la gente viene a correr, la gente viene a disfrutar de una organización que tildan de excelente. Con eso nos quedamos. No ofende quien quiere, sino quien puede.
En plena carrera, ¿que andaría buscando yo?
Una prueba de este calibre no es cosa de dos días, ni de dos personas; hay demasiadas horas, demasiada gente, volcadas para que al final, el domingo, a eso de las once de la mañana, todo esté dispuesto para lanzarse a correr por las calles de Navalmoral. Así, el viernes, festivo, ya estábamos unos cuantos socios del club en las instalaciones del Pabellón “Antonio Jara”, preparando las bolsas, contando las que llevábamos hechas, transportando material de un sitio a otro, colocando elementos en el interior, disponiendo los distintos lugares, para reparto de dorsales, ropero, zona de avituallamiento y demás.

lunes, 27 de noviembre de 2017

XVII MEDIO MARATON DE JARANDILLA

Con los compañeros, tras recoger los dorsales
El pasado domingo día 19 de noviembre, opté por participar, por octava vez en una edición del Medio Maratón de Jarandilla de la Vera, en esta ocasión, la decimo novena. Prueba en la que no suelo participar anualmente, debido a la exigencia que supone para mí, dado su perfil, aunque lo hago algunas veces, por las grandes amistades con las que coincido, y los reencuentros que vivo con amigos que veo allí.
Pero antes de pasar a relatar mi participación, quiero hacer una reflexión personal, ya que el domingo en mi perfil de Facebook, hice una reseña de mi participación en dicha prueba, como hago, habitualmente, después de terminar una carrera. Pues bien, por dos detalles que puse en mi relato, se ha puesto en duda mi amistad con algunos de los organizadores, que parece mentira que yo haya trabajado en temas de organización de medios maratones, ya que han querido ver una crítica a lo que he escrito. Quiero decir, ante esto, y dada la amistad que aún creo que mantengo con quien se molestó por este comentario, que no fue una crítica, que lo hice sin ningún interés de polemizar, ni de faltar al respeto, como un simple detalle, uno más, de una mañana, que no se me dio tan bien como esperaba. De todas formas, si hay molestias por estas palabras, desde aquí pido disculpas.
Tras esta somera reflexión, vamos a la crónica propiamente dicha.
Amaneció una mañana fresca, que luego iría subiendo su temperatura, y con el sempiterno sol en lo alto. Un sol que no parece querer abandonarnos. Y hasta Jarandilla nos fuimos cuatro corredores del club, Antonio, que ha participado todos los años, Javier, mi hermano Agustín y yo; allí nos esperaba el local Daniel. Y esos cinco corredores éramos los que íbamos a representar al club en esta dura prueba.

lunes, 20 de noviembre de 2017

V MEDIO MARATON DE TRUJILLO

Antes de recoger los dorsales
Tercera carrera en tres semanas. En esta ocasión, tocó, el día 12 de noviembre, en la población de Trujillo, donde tuvo lugar el V MEDIO MARATON CIUDAD DE TRUJILLO. Tras correr en Monfragüe y en Oporto, ahora me desplazaba a la patria chica de Pizarro.
Hasta que no vine de la carrera portuguesa no me inscribí a este Medio Maratón, para ver qué tal se desenvolvían las piernas, tras una mayor exigencia, aunque como quedó claro en la anterior crónica, no hubo tal exigencia. Con ello, esta semana realicé mi rutina antes de una prueba de veintiún kilómetros, 14.000 metros el martes, 13.000 el miércoles, y 12.000 el viernes, para llegar al domingo en un óptimo estado para enfrentarme a la distancia.
Y el domingo amaneció. La mañana era algo fresca, pero con el sol dominando el cielo, propiciaba una temperatura, quizás, algo alta para el momento álgido de la carrera. Nos fuimos hasta Trujillo un total de siete corredores del club, cinco que íbamos a disputar la prueba principal, Jorge, Agustín Uruburu, Javier Rodríguez, Andrés y yo; mientras que a la prueba de 10,5 kilómetros, a la postre once kilómetros, lo harían Lucía y Ana. La marea roja estaba presente en otra carrera.
La inscripción para esta carrera era más bien corta, ya que no nos llegamos a juntas entre ambas pruebas más de 150 corredores, lo que, sin duda, es algo muy pobre. Habría que buscar el origen de esta situación, entre otras la celebración del Medio Maratón más importante de Extremadura, el Medio maratón Elvas-Badajoz, que reúne a casi dos mil corredores, frente a una prueba que cada día pierde, quizás, más interés, por circunstancias que corresponde analizar a los organizadores.
Al llegar a la Plaza Mayor, epicentro de la prueba, donde se situaba la salida y la meta de las carreras, nos fuimos a recoger el dorsal y la camiseta que nos dieron, y no había más. Tras esto, un café, unas fotos y al coche para acicalarnos para la carrera. Yo me dí ungüentos para la pierna izquierda, extremidad que me está molestando en los últimos días, pero que me tiene que aguantar hasta la próxima carrera, el Medio Maratón de Jarandilla, tras la cual pasaré por chapa y pintura, para ver si mejoramos para afrontar el Medio Maratón de Navalmoral, y el exigente primer semestre de 2018, donde quiero hacer seis pruebas de 21 kilómetros.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

FAMILY RACE OPORTO


En la Feria del Corredor
Tras la exitosa, al menos para mí, participación en el XI MEDIO MARATON RIBEROS DEL TAJO, del pasado domingo, este fin de semana pasado, me desplacé con mi mujer, y varios compañeros a la ciudad de Oporto, para pasar un gran fin de semana de turismo y deporte, y es que formar parte del Club Deportivo Navalmaraton posibilita viajes en compañía, muy agradable, y, de paso, practicar nuestra afición.
En esta ocasión, había dos pruebas, el Maratón de Oporto, la prueba reina, de 42.195 metros, y otra la denominada FAMILY RACE, de quince kilómetros.
Como quiera que actualmente he dado la espalda al maratón, opté por inscribirme a la segunda de las carreras.
En lo que a mí respecta, salimos el viernes, junto con el amigo Carlos Valentín, en un día lluvioso, que bien hace falta, transitando, tras pasar la frontera, por zonas donde se cebaron los incendios forestales del pasado mes de octubre, quedando un paisaje desolado, observando cuanto mal podemos hacer las personas por el simple hecho de hacerlo.
Llegamos a la ciudad portuguesa y nos acercamos a la Feria del Corredor a recoger los dorsales y la bolsa del corredor. En mi caso, un bolsa saco, braga cuello, y una camiseta, para los maratonianos una mochila y camiseta, más braga de cuello.
Dimos nuestro primer garbeo por la zona del río Duero, Douro en portugués, pasando por el puente de Luis I, diseñado por Gustave Eiffel, y yendo por la zona de las bodegas, para terminar en una agradable cena y de ahí al hotel.

sábado, 11 de noviembre de 2017

XII MEDIO MARATON RIBEROS DEL TAJO

En la I FOOD MAN RACE
El domingo día 29 de octubre di comienzo a una nueva temporada de Medios maratones con mi participación en el XII MEDIO MARATON RIBEROS DEL TAJO, que une las localidades de Malpartida de Plasencia  y Villarreal de San Carlos, en el corazón del Parque Nacional de Monfragüe, máximo exponente del bosque mediterráneo.
Pero antes de empezar con la crónica, quiero agradecer a Raúl Bonilla, gerente de la Empresa SWL, su invitación para tomar parte en la I FOOD MAN RACE, que tuvo lugar el pasado día 14 de octubre, en Cáceres. Prueba original, pero que fue torpedeada por las instituciones locales, ya que programaron una carrera a la misma hora en la ciudad, además de maniobras torticeras de determinadas entidades para que gente que estaba inscrita no participase. Espero volver al año que viene, y que la prueba se desarrolle de forma normal.
Con los compañeros, antes de comenzar
Pero vamos al Medio Maratón. Daba la casualidad de que se trata de la misma competición en la que arranqué mi temporada pasada, reaparición tras mi accidente que me tuvo parado más de seis meses. Pero si en aquella ocasión las dudas eran muchas, porque llevaba mucho tiempo sin correr, y porque era una distancia a la que tenía respeto, y llegaba aún con muchas carencias en mi preparación, en esta ocasión, llegaba con más moral, más en forma, más dispuesto a pelear y a conseguir terminar con un buen crono.
Y así amaneció una mañana, con el cambio horario, que aventuraba una jornada de calor, para pelear por un trazado por carretera, sin apenas lugares para resguardarse del astro rey.
Y hasta Malpartida nos encaminamos nueve de los miembros (y miembras) del Club Navalmaraton, para intentar lograr nuestros objetivos.
Llegamos con bastante antelación, lo que nos permitió ir a ver como comenzaba la novedosa prueba de patines en línea que se ponía en liza esa mañana. Cerca de un centenar de patinadores iban a enfrentarse al mismo recorrido que los corredores, pero saliendo una hora antes. Como dato, decir que el vencedor completó los 21.097 metros en poco más de 35 minutos.
Poco a poco iban llegando los corredores al Pabellón, donde se entregaban los dorsales,  y donde procedíamos a cambiarnos, a darnos los ungüentos, a pasar por el servicio, y tras calentar un poco, nos encaminamos al lugar de salida. En esta ocasión se celebraron hasta cuatro carreras de forma simultánea, una de 5 km., otra de 10 km., otra de 14 km., y, definitivamente, el medio maratón, dando comienzo todas a la misma hora desde diversos puntos del recorrido. A mi entender, demasiadas carreras, ya que esas tres pruebas, al margen del Medio Maratón, tuvieron poca participación por separado, y creo que si se hubiese hecho una sola de diez kilómetros, más el medio maratón, hubiese tenido mucho más lustre, porque habría mejor participación. Quizás haya que reflexionar, aunque también es cierto que solo se equivoca el que arriesga.

martes, 19 de septiembre de 2017

VERANO DE CARRERAS

Ya está acabando el verano, y estamos ante una nueva, y excitante, temporada. Período donde afrontaré nuevos retos, nuevas carreras, con el objetivo de seguir mejorando, de seguir participando, en este deporte tan apasionante, como exigente.
Pero antes, entre el mes de agosto y el mes de septiembre, he disputado hasta tres carreras, pruebas, por otra parte, ya tradicionales, en las que he participado en varias ocasiones, y en las que en esta temporada he vuelto a ponerme en la línea de salida.

Han sido las carreras de Romangordo, Almaraz y Peraleda de la Mata, y aquí os las intentaré resumir las mismas, por orden cronológico.

XVII CROSS URBANO DE ROMANGORDO

La primera tuvo lugar el sábado día 12 de agosto, y fue en la localidad de Romangordo, donde se celebró el XVII CROSS URBANO DE ROMANGORDO, prueba que fue la última que disputé en el año 2015, antes de mi desafortunado accidente que me tuvo parado más de seis meses.
Esta prueba se incluyó, en este año, en el Circuito de Carreras Populares de la Diputación de Cáceres, convocatoria que tiene varias pruebas a lo largo del año y de la provincia cacereña.

En Romangordo, con Andrés y Antonio
El circuito era el de años anteriores, dos vueltas a un camino que se accede por detrás de las instalaciones deportivas, para llegar al pueblo, y en la segunda vuelta, se accede directamente a la línea de meta, situada en la Plaza de la localidad. Circuito con alguna subida, y un par de bajadas muy complicadas, con piedra suelta.
Allí nos juntamos tres corredores del club, Antonio, Andrés y yo. La prueba estaba prevista para las 20’45 horas de la tarde, pero, al final, la carrera comenzó casi a las 21’15 horas, cuando apenas el sol daba luz, lo que podía ser importante, ya que el recorrido discurre por caminos, que, lógicamente, carecen de alumbrado.

Apenas cuarenta corredores nos juntamos para esta carrera, que otrora fuese un referente en la zona, y ahora ha quedado en una prueba más, pero lo importante es que se siga celebrando.

Nos aprestamos todos los corredores en la línea de salida, situada en la calle de la Piscina, y se dio la salida, así que todos a correr. Pronto los atletas nos colocamos en línea de a uno, por delante de mí van Antonio y Andrés. Damos la vuelta a las traseras de la piscina, y empieza la subida de hormigón, la cuesta dura del recorrido, en la que no se ve el final. En este tramo ya he pasado a Antonio, y me voy colocando un poco más adelante. Acaba la cuesta, y empieza el tramo de tierra, con unos metros en llano, para empezar el descenso, al principio, moderado, pero con un suelo muy inestable e inseguro, lleno de piedras sueltas y con roderas, para dar paso, luego a una fuerte bajada, que decido tomarme con tranquilidad, vengo a terminar la carrera, no a jugarme los tobillos, y no quiero más caídas. Una vez finaliza el descenso, comienza el tramo que nos lleva al pueblo, en ligero ascenso. Delante tengo unos cuantos corredores, que pienso pueden llegar a ser alcanzados, entre ellos Andrés.

domingo, 16 de julio de 2017

V CARRERA POPULAR DE JARAIZ DE LA VERA

Los compañeros, antes de empezar
El pasado viernes 7 de julio, San Fermín, puse el punto y final ¿o no? a esta temporada 2016/2017, importante para mí, que ha significado el volver a vestirme de corto, a calzarme unas zapatillas y poder enfrentarme a las carreras populares, al medio maratón, a compartir con otros amigos, a conocer más gente, en este maravilloso mundo del atletismo popular.
Y decidí asistir a la V CARRERA POPULAR DE SAN CRISTOBAL, que tenía lugar en la localidad de Jaraiz de la Vera, población especial, por el gran vínculo que tengo con tantas y tantas personas, en este pueblo, grandes amigos, excelentes personas.
Convencí, aunque es cierto que me costó poco, para que acudieran conmigo a algunos compañeros del club, y hasta allí nos desplazamos un total de seis, las féminas Ana y Lucía, y los chicos Alvaro, Rubén, Santi y yo. Media docena de integrantes de la marea roja, que nos hicimos notar.
En plena faena
La tarde se presentaba propicia para correr, porque la temperatura no era muy alta, y es que la semana había sido benigna, y si a esto unimos que era en una localidad de La Vera, siempre con temperaturas más placenteras, y casi sin sol, pues mejor que mejor. Llegamos, muy pronto, así que nos dio tiempo a inscribirnos con tranquilidad, a tomar un refrigerio antes de ponernos los trajes, e ir a reconocer el circuito por el que se iba a desarrollar la prueba. Yo ya lo conocía de hacía dos años, cuando participé por última vez, aunque tras verlo, resultó ser el mismo que hicimos en la San Silvestre, por lo que, al menos para mí, no resultó ninguna sorpresa, siendo la carrera, incluso, un poco más corta de lo que se había vendido, puesto que un tramo por camino que se hace en esta carrera de verano estaba cortado por vallas.
Un par de momentos exigentes, y bastantes curvas es lo que encierra este circuito, pero que es de los más asequibles de todo el Circuito Popular.

domingo, 2 de julio de 2017

XXXIII CROSS POPULAR CIUDAD DE TRUJILLO

Con los compañeros del Club
El pasado domingo día 25 de junio, me decidí por participar en la trigésimo tercera edición del CROSS POPULAR CIUDAD DE TRUJILLO, más conocida como carrera La Cumbre – Trujillo, de las pruebas más veteranas del calendario atlético popular de Extremadura.
Era esta una prueba, que a pesar de la cercanía, nunca había participado, ya que llega en el mes de junio, en el que ya las ganas de competir son muy pocas, pero este año si opté por participar, y si a ello uno que fuimos varios compañeros del club, pues mejor que mejor.
Es un evento que se desarrolla desde la localidad de La Cumbre hasta la de Trujillo, por la carretera que une ambas poblaciones. La organización pone a disposición de los participantes un autobús para llevarnos al punto de salida, pero como llegamos tarde, tuvimos que ir en nuestro coche hasta el lugar de salida, que es la puerta del Bar “Naya”, en La Cumbre. Y así pudimos observar que el trazado no iba a ser nada fácil, una carretera con muchos toboganes y con un final en alto, que iba a sacar lo mejor y lo peor de cada uno.
Cierto es que el día anterior, a través de la página de www.wikiloc.es, busqué el recorrido y lo encontré, y vi lo que era este circuito, en bajada, con algún repecho, hasta el kilómetro 7, y desde ahí a la meta, una subida continua, que no tenía más que un pequeño falso llano a la altura del kilómetro 9, es decir, a 750 de la meta, porque la carrera no llega a ser un diez mil.
El día amaneció fresco, lo cual era una alegría, porque las últimas dos semanas habían sido de temperaturas muy altas, y aunque la carrera empezara a las diez de la mañana, lo cierto es que si llegan a darse las temperaturas que teníamos anteriormente, la carrera hubiese sido aún más dura.
Pero, bueno, vamos al relato de la carrera propiamente dicha. Tras tomarse alguno de los compañeros el café, y yo seguir con mi liturgia del zumo y del plátano que siempre me tomo antes de las pruebas, nos fuimos a calentar un poco, y allí nos fuimos congregando el casi centenar de corredores de la prueba, con bastantes mujeres. Allí estaban Houssane Benabbou, gran favorito masculino, y la amiga Mercedes Pila, que tenía la vitola de favorita femenina.

viernes, 5 de mayo de 2017

VII MEDIO MARATON DE GIJÓN

Mi objetivo, ¿Lo alcanzaría?
Gran fin de semana el que viví la pasada semana, con mi viaje al VII MEDIO MARATON DE GIJON, en el Principado de Asturias. Si al principio de la temporada, tras mi reincorporación después del accidente que me tuvo en el dique seco casi cien días, alguien me dijera que iba a alcanzar a terminar cinco medios maratones en la temporada, amén de varias carreras, y que lo iba a hacer con tan buenas sensaciones, lo hubiese firmado con los ojos cerrados.

Ha habido muchos días, muchas horas, de enfrentarme a mis miedos, a mis temores, luchar por ir mejorando poco a poco, buscando los huecos que apenas tenía para poder seguir entrenando, y ver que, poco a poco, los frutos se obtenían.
Tras hacer mi primera prueba de medio maratón, allá por el mes de octubre, en Monfragüe, con muchos temores, hasta ésta de Gijón, ha habido momentos importantes, en los que me ido creyendo que podría conseguir lo que ahora alcancé.
El realizar dos San Silvestres el mismo día, por la mañana en Jaraiz, por la tarde en Talavera, encerraba más que una aventura, era una apuesta, por saber ser capaz de afrontar dos retos con apenas descanso y con bastante intensidad, superándolos con aprobado alto, lo que me dio más alas para seguir hacia delante.
Después vinieron Los Barruecos, Plasencia, momento en que ví que todo era posible, con mi primera importante mejora en el crono, Mérida, Cáceres y hasta la carrera de Gijón. En todo esto, en el medio, también está la figura de Juanfran, amigo, compañero, que embarcado en un estudio para su carrera universitaria, pidió el apoyo de corredores populares que fuésemos capaces de ponernos en sus manos, con el objetivo de calibrar la mejora, tras someternos a sus entrenamientos. Yo me apunté a esa aventura, y me encontré realizando unos entrenamientos, exigentes, duros para mí, en el que se dio más importancia a los ritmos altos, a las series, a los cambios de ritmo, que a la distancia, y, sin darme cuenta, me llevaron a lo alcanzado este fin de semana. Mi objetivo marcado para esta carrera, bajar de 1:31:00.

jueves, 27 de abril de 2017

IV CROSS URBANO SUBIDA AL CUBO

Con los compañeros, antes de empezar la carrera
El domingo día 23 de abril, cuando más de treinta mil corredores se habían concentrado en Madrid, cuatro de nosotros nos desplazamos hasta Coria, para participar bien en la novena edición de su Medio Maratón, bien en la cuarta edición de su Cross Urbano, una carrera de diez kilómetros. Iba a asistir con nosotros el compañero Neroy, pero al final no pudo venir, porque es árbitro de fútbol, y el viernes, en un partido en Jaraiz, un cafre del equipo visitante, vestido de deportista, le agredió, produciéndole daños cervicales, que le obligaron a guardar reposo. Desde aquí, darle todo mi apoyo y las fuerzas necesarias para que siga adelante con su pasión del arbitraje y su ilusión por el atletismo popular.
Cierto es que la participación en esta carrera fue bastante baja, y lo viene siendo desde que se ha decidido organizar el mismo día que el Maratón más importante de España, el de Madrid, al que acuden muchos corredores, bastantes que seguramente irían a Coria se fuese otra fecha. No estaría mal que los organizadores pensaran en buscar otra ubicación en el calendario.
Primeros metros de la carrera
Hasta allí nos desplazamos, pues, Ana Ruiz, Sandra Fernández y yo, desde Navalmoral, y nos esperaba en la ciudad del Alagón, el amigo Juan Carlos Alonso, que venía desde Cáceres. Sandra y yo nos íbamos a pelear con los diez kilómetros, mientras que Ana y Juan Carlos lo harían con la carrera original, el Medio Maratón. Era una mañana bastante fresca, al principio, pero que según iba avanzando, el termómetro iba subiendo su gradación, y a eso de las once, lo que menos apetecía era correr, pero ya estábamos allí, y había que hacerlo.
Las dos carreras tienen un denominador común, y que hace característica a esta carrera, la subida al Cubo, cuesta de unos cuatrocientos metros, que, desde el Puente Romano, rodea la Catedral de Coria, empedrada, que se hace dura por momentos, y que se torna más complicada aún porque está situada a falta de dos kilómetros escasos para la meta, es decir, cuando las fuerzas ya están agotándose.
Pero vamos con la narración de la prueba que yo realicé. La semana había sido algo irregular en los entrenamientos, influida por un cierto cansancio y la subida de temperaturas que había tenido lugar, lo que me condiciona bastante, porque el calor y yo no somos buenos compañeros de entrenamiento, y así los entrenamientos largos me costaba hacerlos. Sin embargo, los de series los saqué bastante bien.

viernes, 14 de abril de 2017

VII CROSS CAMINO DE LA ERMITA DE LA DEHESA

Con los compañeros del Club, antes del comienzo
Después del Medio Maratón de Cáceres, después de realizar el test tras los entrenamientos planificados, que debían decirme, y me dijeron, que había mejorado mis prestaciones, gracias al amigo Juanfran, venía la cita ineludible del CROSS POPULAR CAMINO DE LA ERMITA DE LA DEHESA (¡joder, que nombre más largo!), que se realiza en Jaraiz de la Vera, desde hace ya siete ediciones.
Ineludible porque lo organizan los amigos del C.D. Lanchacabrera, de Jaraiz, excelentes personas y que, además, saben llevar a cabo de forma sobresaliente este evento.
Desde que conocí la prueba, en su segunda edición, allá por el año 2012, solo he faltado en una ocasión, aparte de la del año pasado, al encontrarme aún convaleciente de mi fractura de húmero.
Y para este año hice propaganda entre los compañeros de mi club, Navalmaraton, y así nos llegamos a juntar en esta prueba un total de ocho corredores, en una carrera que batía records de inscripción. Por cierto, que mis compañeros han vuelto gratamente sorprendidos del evento.
Primer kilómetro, selfie de Kini Carrasco
Es cierto que ha habido fallos, lógicos, pero lo importante es que se han reconocido y se han pedido disculpas por los mismos. Eso es lo importante, eso es de gente seria y honesta. Reaccionar con críticas a las críticas es de soberbios. Esta es la diferencia entre la ilusión por llevar a cabo un evento y el buscar organizar con fines puramente mercantilistas. Pero estas cosas se dicen sabiendo, como sé, que organizar un evento es siempre muy complicado, y que dificultades, dudas y errores siempre habrá.
Desde hace tres años la carrera ha ampliado su distancia de los iniciales ocho mil metros a los diez que se llevan a cabo en la actualidad. Un recorrido que tiene de todo, rápido por momentos, un tramo de unos dos kilómetros de puro trail, al atravesar la finca Pasil, y después el impresionante camino de la Ermita por el que se puede correr todo lo que se quiera.

sábado, 8 de abril de 2017

XI MEDIO MARATON DE CÁCERES

C.D. Navalmaraton, tras recoger los dorsales

El pasado domingo día 2 de abril, acudí a disputar la XI edición del Medio Maratón de Cáceres, prueba en la que he participado en tres ocasiones. Esta es una prueba, que a pesar de llevar once ediciones, siempre ha presentado fallos organizativos, que son fácilmente mejorables. Yo no voy a criticar jamás un circuito, ya que entiendo que no se hace el que se quiere en muchas ocasiones, sino el que te dejan; se podrá dar más o menos en la meta, pero lo que no tiene sentido, en esta ocasión, es que para dar más de mil dorsales hubiera solo una mesa. No tiene sentido, y tampoco me vale que digan que desde el viernes los estaban dando en Cáceres, porque la mayoría de los corredores venimos de fuera de la ciudad, y sería ridículo, para mí, ir un día, meterme 240 km entre pecho y espalda, para recoger un dorsal que lo ponen a tu disposición el domingo. Y al final, un detalle, el avituallamiento se daba en dos stands, alejados el uno del otro, y no había una bolsa para recoger todos los productos. Fallos importantes, soluciones fáciles. 

Dicho esto, vamos al relato de mi participación en esta prueba.
La mañana se vestía de calor, y aunque a las 8’30 horas, hora de salida para la ciudad monumental hacía fresco, ya apuntaba maneras. Allí, en la Fuente del Poblado, lugar tradicional de quedada, nos juntamos la mayoría de los dieciséis navalmaratonianos que íbamos a ir para allá. Faltaba un habitual, Antonio, el Presidente, y es que su padre, D. Emilio, se encontraba muy enfermo, y apenas le quedaban horas de vida. Momento duro, sin duda alguna.
Importante esta fecha en la historia del club, porque hasta un total de siete mujeres iban a representar al colectivo en Cáceres, en alguna de las tres pruebas convocadas. Una gran noticia sin duda. Y las que faltan por venir.
Las chicas de nuestro club, nuestro tesoro
Siempre que uno sale fuera le asaltan las dudas al llegar al lugar, si se va a poder aparcar bien, si habrá sitio, si se podrá ir por una calle u otra, pero llegamos bien, y aparcamos mejor, a escasos doscientos metros de la zona de salida. Y de allí nos dirigimos al kiosco de la música del Paseo de Cánovas, y aquí empezó la penitencia, más de media hora para recoger un dorsal, con una fila que se hacía más y más larga por momentos. Al final, y con algo más de media hora para empezar pudimos coger nuestro número identificativo, y de ahí marchamos para un bar, unos a tomar un café, otros un zumo, pero todos buscando la forma de aliviar nuestros cuerpos de cara a la carrera.
Tras terminar todos los trámites previos, colocación de dorsal, vaselinas, geles y demás liturgias, nos fuimos para la zona de salida, y aquí ya, cada uno a su aire, a calentar, a estirar, y a ir aprestándonos para colocarnos en la zona de salida, situada en el Paseo de Cánovas. Va llegando la hora, y cada vez más y más gente congregada alrededor del arco de salida. Y es que allí estábamos los que íbamos a hacer el Medio Maratón, y los que iban a hacer la prueba de 10 km, una vuelta al circuito, y aquellos que iban a participar en el relevo, que también eran 10 km. En otras ediciones, los del diez mil salían un poco antes, quizás eso sea mejor.

domingo, 12 de marzo de 2017

XI MEDIO MARATON DE MÉRIDA

Con los dorsales en la mano
Mérida, siempre está ahí. Es una prueba de Medio Maratón que no deja indiferente a nadie. Es un recorrido que transita por los principales monumentos y lugares de la antigua Emérita Augusta, aderezado por un trazado por momentos exigente, con buenas subidas y alguna que otra bajada.
Y hasta allí, después de cuatro años sin asistir, volví a inscribirme para participar en la misma. Deseaba volver a enfrentarme a la subida de la televisión, a la subida del Angliru, a pasar por el Circo romano, a correr por debajo del Acueducto de los Milagros. Es una prueba en la que he conocido el éxito personal, he mascado el amargor de la derrota, he participado con la mochila de la desgana, y he sufrido por no poder participar hasta en dos ocasiones, así que era el momento de volver a esta ciudad, en su undécima edición, para completar mi séptima participación.
Y al final, poco a poco, a través del grupo del club, nos fuimos animando unos a otros y nos apuntamos hasta un total de diecisiete corredores del colectivo, entre ellos Ana Ruiz, que debutaba en la distancia. Bonito el lugar, exigente el recorrido.
La mañana dominical vestía de nubes y algunas gotas se dejaban notar en el trayecto hasta la antigua Mérida. Y tras parar a tomar un café, u otros mejunjes en San Pedro de Mérida, en el Juan Porro, lugar de costumbre para los que acudimos a Mérida, nos fuimos para la capital extremeña. Tras un par de vueltas, conseguimos llegar a los alrededores del Pabellón “Guadiana”, lugar donde se recogían los dorsales, a cien metros de la línea de salida, en la Avenida de la Libertad. 

sábado, 11 de febrero de 2017

V MEDIO MARATON DE PLASENCIA

Con los compañeros de Navalmaraton, antes de empezar
Después de la carrera de Malpartida de Cáceres, en la que acabé con muy buenas sensaciones, y tras dos semanas de muy buenos entrenamientos, tocaba afrontar el V MEDIO MARATON CIUDAD DE PLASENCIA, uno de los que más participación congrega en la región, con más de seiscientos inscritos en esta ocasión. Anunciaban un nuevo recorrido, que debía ser más llano que en las anteriores ediciones.
Pero el principal problema que encerraba esta carrera eran las previsiones meteorológicas, que hablaban de viento y agua para el fin de semana, es decir la mezcla perfecta. Luego, con el paso de los días, las previsiones hablaban de poco agua, pero seguía manteniendo el aire fuerte. Con todas estas dudas e incertidumbres iban pasando los días, y los entrenamientos, casi todos por asfalto en la última semana, debido a las lluvias caídas.
El domingo por la mañana, al levantarme, estaba cayendo un fuerte chaparrón sobre mi pueblo, mal empezaba la cosa. Tras desayunar y vestirme, cojo el coche para ir al lugar de encuentro de los corredores del Club que vamos a ir a la carrera, y que en número de una quincena nos vamos a encontrar allí. El aire es muy fuerte y, normalmente, en Plasencia éste siempre es más fuerte. Lo que menos me gusta, el aire para correr.

domingo, 29 de enero de 2017

VI MEDIO MARATON LOS BARRUECOS

En pleno esfuerzo
Ya ha pasado una semana desde que crucé la meta de la VI EDICION DEL MEDIO MARATON DE LOS BARRUECOS, que se celebró en Malpartida de Cáceres, el pasado día 22 de enero de 2017.

Pero es que ponerme en los días de diario a hacer la crónica, con tantas historias y obligaciones, es muy complicado, así que en este domingo plomizo, nublado, algo lloviznoso, es cuando me puedo dedicar a plasmar las sensaciones, las emociones, los momentos de zozobra, que se viven en una carrera de veintiún kilómetros (y noventa y siete metros). Así que vamos al lío.
La mañana se presentó con una helada del doce, todos los coches con una capa de hielo que echaba para atrás el intento de salir a la calle, pero lo que nos ocurre a los corredores, no les ocurre a mucha gente, salimos haga el tiempo que haga. Hoy, sin ir más lejos, he estado entrenando dieciocho kilómetros bajo el agua.
Salgo para el punto de encuentro de los corredores del C.D. Navalmaraton, la Fuente del Poblado, donde desde siempre hemos quedado para entrenamientos y salidas a carreras. Al menos, la mañana viste soleada, aunque muy fría, y es que el termómetro de los coches, marca dos graditos, muy poco la verdad.
Iniciamos un viaje, que sin incidencias de ningún tipo nos lleva hasta Malpartida de Cáceres, mi pueblo materno, donde en su paraje, increíble, de Los Barruecos, se llevará a cabo esta prueba. Prueba en la que corrí en su primera edición, allá por el año 2012, y que significó mi prueba de Medio Maratón número 50. Prueba que me dejó con resultado agridulce, dulce por ese número, amargo, por cómo se desarrolló la prueba. Hoy era el momento de revertir la situación.
Hay que decir que nos personamos en la localidad, un total de catorce corredores del club, para disputar la prueba, bien la de medio maratón, como es mi caso y siete compañeros más, que son dos vueltas al circuito diseñado por la organización, y la carrera de diez kilómetros y medio, o lo que es lo mismo, un giro al trazado, que hacen seis más. El amigo Alberto Masa, se hace un entrenamiento de unos seis kilómetros, antes de empezar, porque le toca hacer una tirada de treinta kilómetros de cara al Maratón de Sevilla.

jueves, 5 de enero de 2017

SAN SILVESTRES DE JARAIZ Y TALAVERA

Después de dos años sin poder participar en San Silvestres, después de varios avatares, acaecidos, este año decidí plantearme un reto: afrontar el final del año atlético con dos pruebas en el mismo día, una en Jaraiz de la Vera, por la mañana, y otra, por la tarde, en Talavera de la Reina, así que vamos a ir desarrollándola de forma individualizada.

VIII SAN SILVESTRE DE JARAIZ DE LA VERA
Con los compañeros de Club en Jaraiz
Amaneció la mañana con una intensa niebla, que apenas dejaba ver los edificios de enfrente de mi casa, y con una fuerte helada, que había dejado todo totalmente blanco. Era una jornada muy fría, heladora.
Tras el desayuno, y prepararse uno, marcho hacia la localidad verata, en una carretera que estaba ocupada por la niebla, pero que al ir llegando a Jaraíz, esta fue desapareciendo, para dejar una mañana soleada, pero fría, muy fría.
La llegada a la plaza, lleva al ambiente de las carreras, gente agolpada ante las mesas de inscripciones, saludos con los compañeros del club, que ya estaban por allí, con los amigos de Lanchacabrera, y con aquellos con los que compartimos batallas atléticas.
Tras la foto de rigor del Club, nos fuimos a dar una vuelta al circuito, que según la página de la organización, tenía unos 1.900 metros, para llevar a 5.700 metros finales, aunque la realidad fue menor.