La mañana empieza fría, apenas el sol ha lanzado sus reflejos, sus deseos de salir. Al pabellón van llegando los voluntarios, esas personas que han decidido sacrificar su merecido descanso dominical por un proyecto que apoyar, bien por amistad, bien por afinidad, bien por familiaridad. No merecen mención aquellos que, escudados en excusas inverosimiles, no han querido ayudar. Un rápido desayuno y cada uno a sus tareas.
Llegan los primeros corredores, los de Trujillo, con Broncano a la cabeza, a recoger sus dorsales. Ya están colocadas las mesas, los dorsales, los chips, las bolsas del corredor, las camisetas. Dentro del recinto deportivo del pabellón, mujeres haciendo bocadillos. Los hombres a poner vallas y cintas por el recorrido. Todo es actividad, y el teléfono empieza a sonar. Dudas, preguntas, aclaraciones, explicaciones.
Llegan los encargados de la señalización de la meta, de la salida, del cronometraje. Coordinación, trabajo. Juli para arriba, para abajo, yo en el Pabellón, escuchando, hablando, ordenando. Todo va bien.
Llega Juli, me pide que le acompañe. Tenemos que ir a Valdehuncar, lugar de la salida. Cuando vamos para allí, nos encontramos con el Jefe de la Policía Local, que nos dice que la rotonda de acceso al Hospital está sin nadie, a lo que nosotros le decimos que ahí va la Guardia Civil.
Antes de ir para Valdehuncar, montaremos el avituallamiento del kilómetro 15, junto al Hospital, y después llegamos a la zona de salida. Ahí está el Jefe del Destacamento de Tráfico; cambio de impresiones con él. A nuestras preguntas nos dice que no va nadie en la citada rotonda. El jueves dijo que sí, hoy va a ser que no. Así que tras contrastar que todo está en su sitio, nos vamos para Navalmoral, pero al llegar a Millanes, el coche dice que no va más, que mala pata. Gracias al Alcalde de Millanes, nos hacemos con el vehículo de Protección Civil, y podemos seguir. Llegamos a la rotonda, y a un conocido que transita por el lugar le decimos que se ponga provisionalmente hasta que llegue la voluntaria que se va a quedar en ese sitio. Es Marivi, que llega con Miguel Angel Gamonal, ¡¡¡que gran tío!!!.